Cómo dejar de procrastinar: tips para conseguirlo sin esfuerzo

Hablamos con una experta en productividad para conocer las claves para dejar de procrastinar sin morir en el intento.

Cómo no procrastinar

Cómo no procrastinar

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¿Sabías que la procrastinación es un fenómeno común que afecta crónicamente al 20 % de la población adulta a nivel mundial y que según un estudio de la Universidad de Scranton, el 92 % de las personas fracasan al intentar llevar a cabo sus propósitos de Año Nuevo? “La procrastinación ocurre cuando las personas priorizan su estado de ánimo a corto plazo sobre el logro de objetivos a lo largo del tiempo. Por eso, buscan sensaciones de placer instantáneas en el día a día y se desenfocan de lo que quieren. Entre otras causas, encontramos el miedo al éxito o fracaso, temor a las críticas o al qué dirán, caos o desorden, indecisión, falta de enfoque o disciplina, objetivos poco auténticos o perfeccionismo. Suelen ser las principales”, explica Alejandra Duarte, profesional en productividad. “Cuando procrastinamos por cualquiera de estas razones, proyectamos sensaciones negativas como vergüenza, culpa, ira o rencor. El problema está cuando se afianzan en nuestro cerebro, porque es el punto inicial del ciclo de la improductividad”, añade.

No se trata de la ausencia de habilidades para gestionar del tiempo, sino que puede atribuirse a razones como emociones estancadas, creencias limitantes y patrones que se repiten una y otra vez en la vida. ¿Por qué en ocasiones procrastinamos por los motivos que acabamos de señalar? “Hablamos de emociones afianzadas en nuestra ruta neuronal. Se ha repetido tantas veces el hábito de procrastinar relacionado con, por ejemplo, creencias limitantes, que sea cual sea el objetivo, lo dejamos para después, convirtiéndolo en un acto automático del cerebro. Las emociones, creencias y patrones tienen un denominador común y es una señal que interpreta como peligro. No lo podemos controlar. ¿Quién quiere avanzar de esa manera? Nadie, por eso, necesitamos resignificar lo que el objetivo representa para nosotros y crear un nuevo plan respetando nuestro bienestar”, explica la creadora de Productivity School, la primera escuela internacional especializada en productividad de habla hispana.

Procrastinar

Qué es procrastinar

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Cómo manejar la autodisciplina y reconciliarnos con el tieimpo

La autoestima y confianza conectan con nuestro poder y fuerza interior e influyen en la productividad personal, por lo que desarrollarla requiere de un gran compromiso con una misma. En este campo resulta esencial la autodisciplina, así como tener una gran cantidad de energía disponible para sostenerla y proyectarnos como una persona renovada. “La autodisciplina es el vehículo por el cual te mueves hacia tus objetivos. La eficiencia es el GPS, lo que quiere decir ir lo antes posible, pero nada de esto funciona sin el combustible, que es el valor que le das al tiempo. Para desarrollar la autodisciplina se necesita saber qué sentimiento es el que te impulsa con el fin de conseguir tu objetivo. ¿Quieres X meta porque te hará sentir…? La respuesta es lo que buscas y puedes dártelo cada día con la finalidad de mantenerte con el foco”, dice Duarte. “En cambio, para la eficiencia es necesario tener ya un tiempo marcando tareas y hacerte la pregunta de cómo puedes hacerlo lo antes posible con la máxima calidad. Aquí es donde aparecen las respuestas más productivas, optimizando tus recursos y aprovechando hasta la última gota de tiempo”, explica.

Resulta por ello esencial aprender a reconciliarnos con el tiempo para cumplir con los objetivos. ¿Cómo podemos lograrlo? “Valorándolo como el único recurso no renovable que nos une a la tierra y siendo prioridad. Entonces siempre habrá vida suficiente para conseguir cualquier objetivo. Debemos contarnos la verdad sobre lo que realmente deseamos sin expectativas y olvidarnos de los resultados. Tan sólo preguntarnos qué queremos e ir a por ello”, explica. “Hay que asumir que el día tiene 24 horas y un ligero porcentaje de tiempo para hacer actividades que nos lleven directos a la meta, no podemos llenar la agenda de "pendientes". Y finalmente, disfrutar del tiempo creando, proyectando y realizando objetivos, ¿Cuál es el sentido de conseguir una meta si no te apasiona? Aquí es donde entran tus valores, uno de los míos es la diversión. Todo lo que hago quiero que sea lo más divertido posible. Esta es una gran forma de reconciliarse con el tiempo, es mi favorita”, señala.

Qué es procrastinar

Cómo dejar de procrastinar sin frustarte.

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Cómo dejar de procrastinar

Alejandra Duarte nos da tres claves que asegura son, pese a poco convencionales, inmensamente efectivas al basarse en su metodología Productividad desde el Ser®:

  1. Dejar de quejarse con respecto al tiempo. “A diario suelo escuchar “No me da la vida”, “Quiero un día con 30 horas”… De esta manera, se afianzará aún más la creencia en el cerebro, el día se convertirá en una carrera y luego llega la sensación de “no haber hecho nada”, pero no somos conscientes de que estamos manifestando caos”, explica.
  2. Dar tiempo para hacer cada tarea lo mejor posible de forma alineada con nuestros valores. “No hay prisa por llegar a ninguna parte: hay que tomar el momento para disfrutar de lo que hacemos conscientemente”, señala. 
  3. Amar los objetivos. “Son tuyos. Permítete equivocarte, volver a empezar, sentirlos y actuar. A mí me gusta verlos igual que un legado. Son trascendentes para ti y hay que tratarlos de la misma manera como lo haríamos con "esa persona importante", dice Duarte.

Para finalizar, no queremos dejar pasar la oportunidad de preguntarle a la experta en materia de productividad cómo lograr no frustrarnos en el caso de que no cumplamos con las tareas. “Lo mejor que podemos hacer es aceptar. Es imposible cumplir una planificación al 100 %, una meta no es para siempre “hasta que la muerte nos separe”. Ni mucho menos tiene que poner en peligro tu bienestar, también existirán imprevistos, e incluso tu nivel de consciencia puede cambiar y es probable que lo que hoy deseas, mañana o en unos años no. Aquí es donde entra el arte de saber disfrutar cada parte del proceso para que no aparezca la frustración ni ninguna otra emoción que nos aleje de lo que queremos”, asegura Alejandra.

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