El pueblo de España que es como viajar a la película Frozen
Ubicado en un enclave único, bañado por un lago y protegido por grandes montañas, este pueblo oscense es una maravilla que no puedes perderte.
Últimamente se están estrenando muchos live-action de las películas Disney más famosas, desde la sirenita hasta la bella durmiente, todo el mundo quiere ver cómo serían las princesas en la vida real y sobre todo, dónde viven. Hay algunas de estas películas que todavía no sabemos dónde transcurrirían, pero hay una en concreto de la que no tenemos ninguna duda.
En Frozen conocimos la historia de dos hermanas que heredaron el trono pero los gélidos poderes de una de ellas cambió el transcurso de su vida. En esta película pudimos ver paisajes espectaculares dignos de Disney en los que las protagonistas vivían entre montañas heladas, con preciosos lagos y grandes bosques. Si se hiciera este live-action debería ser en un enclave de este estilo y sabemos perfectamente dónde sería.
Si Anna y Elsa salieran de la pantalla, vivirían sin duda en España. Muchos pueden pensar que sería más fácil pensar en algún país del norte, pero en nuestro país hay un lugar muy especial que parece sacado de la película Frozen, que está en Huesca y que es una auténtica maravilla natural que todo el mundo debe visitar al menos una vez en la vida.
Un pueblo que te dejará helado
En pleno centro del valle de Tena, en Huesca se encuentra un pueblo muy especial que deja sin palabras a todo el que lo descubre. Hablamos de Lanuza, un municipio ubicado en los Pirineos Oscenses, allí donde descansan las aguas del embalse del río Gállego y las montañas se levantan imponentes sobre los tejados de las casas de sus vecinos.
Este precioso pueblo enclavado en plena naturaleza volvió a la vida después de quedar completamente inundado por las aguas de ese mismo embalse sobre el que hoy reposan sus casas. Lanuza perdió por completo su población que debió marcharse, pero lejos de rendirse, sus habitantes lucharon contra todo para recuperar sus hogares y devolver la vida a su pueblo.
La historia de Lanuza se remonta al siglo XIII y poco a poco fue creciendo y llenando sus calles. No obstante, y como en muchos otros pueblos de España, la creación de su embalse en 1976 terminó por despoblarlo. Pero igual que no se rindió Anna por salvar a Elsa, los habitantes de Lanza lucharon por salvar su pueblo y en los 90 comenzaron a repoblar el lugar.
Qué ver en Lanuza
Pasear por las calles empedradas de este precioso pueblo de Huesca es como dar un paseo por un cuento de hadas. No sólo destaca por la belleza del paisaje que lo decora, también lo hace por la espectacularidad de sus edificios de piedra y pizarra tan típicos de esa zona del país. Allí podrás disfrutar del sonido de la naturaleza, desconectar del bullicio de la gran ciudad y pasar unos días de paz y tranquilidad.
Su casco histórico es una visita obligatoria cuando viajes a Lanuza. Allí encontrarás casas únicas de piedra con tejados en tonos grisáceos y ventanales de madera que actualmente se están restaurando para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y para ofrecer al viajero una experiencia única. Visitar sus tiendas locales y tomar algo en sus terrazas será una maravilla muy relajante.
Al pasear por sus calles podrás encontrarte con la preciosa iglesia de El Salvador. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando se levantó sobre un antiguo templo románico del que a día de hoy aún se aprecia algún detalle superviviente. Pese a considerarse una iglesia algo moderna, este templo guarda en su interior algunas obras de arte con cientos de años de historia.
Muy cerca de Lanuza está la estación de esquí de Panticosa donde podrás sentirte como Elsa resbalando por las nieves en un enclave único. Estas pistas nevadas son el lugar perfecto para practicar deportes de invierno en el paisaje montañoso de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala. Sus cerca de 1.200 metros de altitud lo convierten en un destino mágico y perfecto para pasar unos días en familia o amigos.
Descubre todos los encantos de este precioso pueblo que parece sacado de la película Frozen, rodeado por un paisaje espectacular y en un enclave mágico que te dejará sin palabras. Lanuza, en Huesca, es uno de esos pueblos españoles que todo el mundo debería conocer y que ejemplifica a la perfección la belleza de nuestro país.
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