Meghan Markle, la malquerida, ha sido la única duquesa de Sussex de la historia

Meghan ha sido la única duquesa de Sussex de la historia. La reina le concedió el título después de la boda cuando nada parecía que podría salir mal. En 18 meses se torcieron las tornas y en 2020 tuvo lugar lo impensable: El Megxit (una contracción entre Meghan y Brexit).

Meghan Markle, la malquerida

Meghan Markle, la malquerida.

/ Gtres

Meghan solloza, habla a la cámara con ojos tristes, a punto de llorar. Tan crueles han sido con ella los de Buckingham que apenas puede hablar de aquellos tiempos. Es posible que algo se torciera en el camino, pero las primeras intenciones de la reina no eran ningunear a la actriz. Para nada. Le ofreció un ducado, el título nobiliario más alto que se otorga a los miembros de la realeza que no son herederos del trono tras contraer matrimonio.

Concretamente el título de duques de Sussex solo ha sido concedido a dos personas a lo largo de la historia: al príncipe Augusto Federico en 1801, y al príncipe Harry en 2018, pero solo ha habido una duquesa de Sussex: Meghan Markle. No parece que, en principio, la intención fuera arrinconarla por mestiza y extranjera. La siguiente persona que recibirá el título (si no se lo retiran después de la serie) será el pequeño Archie, primogénito de la pareja nacido en 2019.

En 2020 Harry y Meghan renunciaron a ser miembros activos de la Familia Real, y con ello a sus respectivos títulos de alteza real, a sus obligaciones con la corona y a la financiación pública. Todo eso se conoce como el MEGXIT (una contracción entre Meghan y Brexit), pero en esa huida conservaron los títulos de duques de Sussex, y debe haberles gustado la denominación porque usaron el nombre para crear su marca Sussex Royal. La reina los despidió con unas dulces y ambiguas palabras: “siempre serán miembros muy queridos de la familia”.

En los 18 meses que transcurrieron entre la boda y el MEGXIT algo tuvo que torcerse mucho en la familia. Se sugiere que en su gira por África Meghan y Harry demostraron ser mucho más populares que, en palabras de Harry, “los que habían nacido para reinar”. Es decir, Guillermo y Kate. Además del acoso de los tabloides británicos del que Meghan ya había sido avisada, pero que resultó mucho peor de lo esperado, se habla de guerra entre cuñadas. En la primera parte de la serie Meghan cuenta que pensaba que Guillermo y Kate eran estirados por culpa del protocolo, pero que luego comprobó que seguían siendo igual de intransigentes en la intimidad. Una circunstancia que sorprendió a la actriz que pensaba que en algún momento estaría permitido relajarse. Luego llegaron los comentarios y los microrracismos de Palacio que hasta el diario británico The Guardian reconoce que tienen visos de ser reales. Hasta aquí mucha gente parecía empatizar con ellos. El problema empieza cuando se venden como las grandes víctimas del cuento de hadas, y de paso hacen caja con sus desgracias más o menos aumentadas. Dice la prensa británica que hoy por hoy son los villanos oportunistas y que Guillermo, el malvado de la serie, ha recuperado su aura de príncipe, ahora traicionado, por su hermano menor. ¡Lo que hubiera hecho Shakespeare con este drama inglés!

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