¿Han ganado Harry y Meghan la batalla del relato? Depende de donde se vea la serie

Reino Unido no perdona a la pareja díscola. Estados Unidos los comprende y apoya. Así va la batalla del relato en esta historia. Pero, ¿quien le interesa más a los duques de Sussex?

Meghan Markle y el príncipe Harry en la serie 'Harry y Meghan'

Meghan Markle y el príncipe Harry, enamorados en el documental 'Harry y Meghan'.

/ Netflix

Cuenta el diario británico The Guardian que los espectadores americanos entienden mejor a Harry y a Meghan que los británicos. Los disculpan y se ponen en sus zapatos. Al otro lado del charco se ha impuesto su narrativa. Ellos han sido víctimas de una malvada e intransigente institución. El presunto racismo contra Meghan convence al otro lado del charco donde grandes nombres como Serena Williams, Oprah Winfrey o activistas como la académica Salamishah trazan paralelismos entre sus vidas y la experiencia de Meghan en una institución blanca. Todos parecen estar de acuerdo en que Meghan Lo ha intentado todo por encajar en la monarquía, y solo encontró rechazo por ser una mujer mestiza.

Sin embargo, en Reino Unido Meghan es ahora mismo la gran traidora, “un virus” y Harry “el más frío traidor a su país”. Buena parte de la prensa británica, no solo los tabloides, los considera “hipócritas”, “risibles”, “falsos”, y los anima a entregar sus títulos de duque, o mucho mejor, que les sean retirados con cierta dosis de escarnio público.

El presentador de televisión Jeremy Clarkson ha firmado una columna en The Sun donde ha dicho que Meghan es “misógina”, “racista” y “repugnante”. Afirmó que la odiaba “con cada una de sus células”, y añadió, en una referencia a la serie Juego de Tronos, que le gustaría verla vapuleada en público. “Que desfilara desnuda por las calles de todos los pueblos de Gran Bretaña, mientras las multitudes le gritan '¡Vergüenza!' y le arrojan montones de excrementos”, escribió Clarkson en su texto, haciendo referencia al personaje de Cersei Lannnister que en la décima temporada de la serie, tienen que hacer “el camino de la vergüenza”.

Primeras imágenes del documental de Harry y Meghan


/ Netflix

Los británicos están enfadados por las quejas de uno de los estamentos con más privilegiados de su sociedad. A los defensores de la monarquía les disgusta que se aireen las intimidades de la casa real, y a los defensores de Lady Di les molesta que una advenediza, otra vez estadounidense y plebeya, como Wallis Simpson que hizo abdicar a Eduardo VIII, haya separado a dos hermanos que debían honrar la memoria de su madre con una unidad inquebrantable.

Pero, ¿cuál es la reacción que realmente importa a Meghan y a Harry? ¿Dónde quieren ganar, en Estados Unidos o en Reino Unido? Todos los esfuerzos de relaciones públicas de la pareja han ido dirigidos a conquistar a la audiencia joven y con tendencias woke de Estados Unidos que los ha convertida en una celebridad en Montecito. Después de esta serie se publicarán a principios de 2023 las memorias de Harry -alguien debería advertirle que 38 años son muy pocos para escribir un libro de memorias-, y que se sumará al esfuerzo del podcast de Meghan, Archetypes, en el rebranding de la ex pareja real.

Les interesa más la crónica de Vanessa Friedman en The New York Times que en tono neutral los describe como una pareja de estilo minimalista que dan “una foto de relajación serena al más alto estilo aspiracional” que cualquier columna de un diario británico. La edición estadounidense y la mayoría de las revistas femeninas pasan por encima de la guerra de los Sussex con palacio y se centran en su body language que demuestra, aseguran, “que están locos uno por el otro”. 

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