Las ausencias de los Globos de Oro 2023: Zendaya, Cate Blanchett, Amanda Seyfried… ¿por qué no han asistido si han ganado?
Tras la polémica del año pasado parece que muchos nominados (y ganadores) han preferido no acudir a los Globos de Oro, dando lugar a una gala a medio gas en la que hemos echado de menos a algunos de los rostros más importantes de la industria.
No todo Hollywood está dispuesto a perdonar tan rápido los escándalos que rodean a los Globos de Oro; o al menos esa es la conclusión que muchos sacan tras las importantes ausencias que se han percibido en la gala de esta 80ª edición, celebrada durante la madrugada del 10 al 11 de enero de 2023 y llena de momentos cuanto menos extraños debido a la falta de algunos de los grandes protagonistas de la noche.
Las de Zendaya, Cate Blanchett, Amanda Seyfried y Kevin Costner han sido, probablemente, las que más ruido han hecho ya que todos ellos han sido galardonados en diferentes categorías y se han limitado a agradecerlo vía redes sociales. Pero también ha habido bajas notables entre los nominados, como Julia Roberts, Lady Gaga o Taylor Swift, que han preferido quedarse en casa pese a optar a algunos de los títulos más importantes de la convocatoria.
“No ha podido acompañarnos en esta ocasión; recibimos el premio en su nombre”, se han visto obligados a repetir los distintos presentadores cada vez que el ganador no se encontraba en la sala del hotel Beverly Hilton, alegando motivos de trabajo, viajes o incluso “mal tiempo”, una excusa cargada de ironía que parece indicar que buena parte de la industria cinematográfica sigue sin levantarle el veto a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), organismo organizador de los galardones que fue cancelado hace apenas un año por acusaciones de corrupción tráfico de influencias y falta de diversidad.
Aunque el asunto venía de lejos, terminó por explotar en 2022 tras la publicación de una investigación de ‘Los Angeles Time’ que sacaba a la luz las malas prácticas y la opacidad de la HFPA. El resultado fue una gala a puerta cerrada, sin retransmisión televisiva, invitados o alfombra roja; es decir, un ultimátum en toda regla que invitaba a la asociación a hacer examen de conciencia para recuperar el brillo de estos premios, considerados tradicionalmente la antesala de los Oscar. Por esta razón, a lo largo del último año año el organismo ha abierto la puerta a 21 nuevos miembros, de los cuales 6 son de raza negra para equilibrar la balanza de la diversidad entre su centena de componentes, a quienes además se les ha prohibido aceptar ningún tipo de regalo.
Aunque estos pequeños cambios han bastado para renovar su millonario contrato con la NBC tras el ‘castigo’ del año pasado (los derechos de emisión de la gala ascienden a 60 millones de dólares), no parecen terminar de convencer a las voces más críticas con la organización. Es el caso de Brendan Fraser, el único que rechazó la invitación formalmente pese a estar nominado (por 'The Whale') en esta edición. En plena era del #MeToo, el actor desveló que el que fuera presidente de la HFPA, Philip Berk, había abusado sexualmente de él en un evento en 2003, lo que le mantuvo apartado de la primera línea del cine durante años y explica que no se haya presentado a la cita ni tenga intención de hacerlo en el futuro.
Otras bajas esperables de la talla de Tom Cruise, Scarlett Johansson o Mark Ruffalo, que se han posicionado firmemente en contra de los Globos de Oro (el primero llegó incluso a devolver sus estatuillas) en los últimos tiempos, hacen tambalear la credibilidad de estos premios que, pese a habernos regalado infinidad de momentos para la posteridad, tienen todavía un largo camino por delante para recuperar su antiguo esplendor.
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