¿Tienes estrés? Este ingrediente milenario se ha convertido en tendencia y está revolucionando el bienestar

Con un nombre casi impronunciable, la ashwagandha se está erigiendo en un must para el bienestar físico y mental. Te desvelamos los secretos de esta planta venerada en la filosofía ayurvédica y de la que todo el mundo habla ahora como una alternativa para controlar el estrés, mejorar el estado de ánimo y favorecer la vitalidad.

La ashwagandha está revolucionando el bienestar
La ashwagandha está revolucionando el bienestar / Istock

Bajón otoñal, sobrecarga de tareas, las navidades al acecho… todo suma en los niveles de cortisol. Y a mayor cota de estrés, menos bienestar. Junto a las nuevas tendencias en terapias y tecnologías wellness resurgen soluciones ancestrales para aliviar nuestro grado de ansiedad. Una de estas es la utilización de la ashwagandha, un viejo conocido de la cultura oriental que se ha puesto de moda como un firme aliado en la batalla contra el estrés.

También conocido como ginseng indio, la ashwagandha es un arbusto que crece principalmente en Asia y en África y se considera una planta terapéutica fundamental en las regiones del subcontinente indio donde se utiliza desde hace más de 3000 años, explica Victoria Lara García-Brioles, Medical Affairs Specialist de Arkopharma. En sánscrito su nombre significa fuerza de caballo y su denominación científica es Whitania somnífera. La parte más utilizada son sus raíces por su alta concentración de activos y “son conocidas por redinamizar el organismo, favorecer el equilibrio del cuerpo, mejorar la memoria, el aprendizaje y la resistencia frente al estrés”, apunta Inmaculada Canterla, farmacéutica, directora de Cosmeceutical Center y especialista en dermocosmética, nutrición y dietética así como en Medicina Antiaging.

“El hecho de que el uso de la ashwagnadha actualmente se considere una tendencia es porque hoy en día existen en el mercado patentes de este activo que han demostrado su eficacia en problemáticas como la reducción del estrés, la ansiedad, para mejorar los ciclos del sueño o equilibrar el bienestar emocional”, comenta Julia Chacón, fundadora de Luxmetique. Esto es, para poder asociar de forma contundente beneficios a un extracto natural hay que hacerlo bajo el amparo de estudios científicos específicos y esto es lo que ofrecen los activos patentados.

Aunque habitualmente se incluye como ingrediente en suplementos alimenticios, la ashwagandha también puede utilizarse como activo cosmético. Aplicada por vía tópica, dice Inmaculada Canterla, posee una actividad antioxidante y antiinflamatoria. ”Es ideal para pieles sensibles estresadas por sus propiedades calmantes”.

Qué puede hacer la ashwagandha por ti

“El estrés crónico puede producir numerosas situaciones fisiológicas negativas tales como un aumento de las tasas de cortisol, falta de atención, fatiga crónica o trastornos sexuales” enumera Inmaculada Canterla, y la ashwagandha puede ayudar a sobrellevar estas situaciones gracias a estos beneficios:

  1. Mejora la capacidad de afrontar el estrés y reduce la ansiedad y la depresión.  Según un estudio, el uso de un extracto de raíz de ashwagandha mejora la resistencia del individuo frente al estrés así como la calidad de vida autoevaluada. Además, apunta la farmacéutica, los niveles séricos de cortisol se redujeron sustancialmente en el grupo que tomó ashwagandha y mostró un efecto positivo en la modulación gabanérgica, mejorando los trastornos de ansiedad.
  2. Mejora la calidad del sueño y minimiza la fatiga. La ashwagandha presenta una acción relajante del sistema nervioso; de ahí, afirma Inmaculada Canterla, su gran interés como adaptógeno estimulante fisiológico pero no excitante del sistema nervioso, y la razón de su nombre en latín: somnifera. En este sentido, la portavoz de Arkopharma, comenta que el consumo de este activo mejora el patrón de sueño y la calidad del mismo en numerosos pacientes. “Por lo que el efecto adaptógeno no se reduciría solo a sus beneficios durante el día, sino que ayudaría también en las noches”.
  3. Promueve la claridad mental y la memoria. Gracias a su efecto nootrópico, mejora el rendimiento intelectual y/o físico, sin efectos secundarios asociados a los estimulantes convencionales del Sistema Nervioso Central. “Después de ocho semanas de estudio, la ashwagandha demostró ser eficaz para mejorar la memoria inmediata y general en personas con deterioro cognitivo leve, así como mejorar la función cognitiva, la atención y la velocidad de procesamiento de la información”, refiere Inmaculada Canterla.
  4. Favorece el equilibrio hormonal, la función sexual y la fertilidad. En las mujeres, la ashwagandha mejora además la salud reproductiva mediante su acción sobre el sistema endocrino, en particular sobre la tiroides, órgano encargado de la regulación hormonal. Asimismo, en la medida que actúa sobre el estrés, factor que incide negativamente en la fertilidad, el consumo de ashwagandha posee un efecto positivo sobre esta. En los hombres, según los principios ayurvédicos, posee un valor terapéutico para el tratamiento de la oligospermia que conduce a la infertilidad. En palabras de Canterla, este beneficio está evaluado en estudios que demuestran que su uso puede mejorar la calidad del semen mediante la regulación de los niveles hormonales reproductivos y la reducción del estrés oxidativo.

Así las cosas, la ashwagandha parece un dechado de virtudes. ¿Algo en su contra? Aunque no existen contraindicaciones expresas, Chacón recuerda que como en el resto de los activos se debe evitar su consumo en embarazo y lactancia, por la ausencia de estudios en estos segmentos de población; y en el caso de pacientes polimedicados mejor consultar con el médico ante la toma simultánea con medicamentos. A estas advertencias, Canterla añade las personas con úlceras estomacales, las que tienen enfermedad hepática o enfermedades autoinmunes. Asimismo, dice, la combinación de fármacos sedantes-hipnóticos con ashwagandha podría provocar una somnolencia excesiva.

El boom de los adaptógenos

“La ashwagandha se ha erigido en la reina de los adaptógenos” afirma Inmaculada Canterla. Estas sustancias, expone Julia Chacón, se han puesto de moda y destacan por su capacidad de facilitar la adaptación de nuestro organismo a distintas situaciones, especialmente cuando se requiere más energía física o un mayor control emocional. “Están presentes en algunos extractos de origen vegetal y han sido utilizadas tradicionalmente por su capacidad de estabilización de procesos fisiológicos, además de contar con poder antioxidante. Hoy en día existe numerosa bibliografía científica que acredita sus propiedades como ansiolíticos naturales y reguladores del equilibrio emocional”.

Según Victoria Lara García-Brioles, los adaptógenos tienen capacidad de mejorar la estabilidad del organismo frente a cargas físicas sin aumentar el consumo de oxígeno, es decir, sin suponerle al organismo un mayor gasto. Muchas de estas plantas, como la ashwagandha, el ginseng o la rhodiola, son conocidas desde hace muchísimo tiempo, sin embargo, en la actualidad su auge puede deberse a tres factores. Por un lado, por el gran avance de la investigación: cada vez hay más estudios sobre activos vegetales, que verifican y sustentan sus beneficios. “Los adaptógenos están sobre la mesa porque se promueve su investigación”. Por otra parte, las redes sociales y su entorno contribuyen a la difusión de esa información científica. “Cada vez son más los profesionales sanitarios con cuentas que hacen difusión sobre ensayos o evidencia científica puntera”. A ello se suma el aumento del consumo por convertirse en una tendencia promovida en las redes. Y en tercer lugar, el contexto social actual es el perfecto caldo de cultivo para su consumo, ya que muchas personas están sometidas a un estilo de vida (jornadas interminables, cargas familiares) que en ocasiones les dificulta llevar unas rutinas saludables, cuidar la alimentación o entrenar regularmente. “La sociedad actual pide mucho, pero las horas en el día siguen siendo las mismas que siempre, por ello, ante este desbordamiento, se buscan soluciones que ayuden a sobrellevar todo”, concluyen desde Arkopharma.

En este contexto, comenta Julia Chacón, se recomienda la incorporación de adaptógenos en nuestra rutina de suplementación en aquellas personas que tengan altos niveles de actividad, episodios de estrés o ansiedad y vidas muy intensas que normalmente se relacionan con altos niveles de oxidación. “El consumo de adaptógenos podría ser una alternativa natural y saludable para equilibrar y mejorar la calidad de vida de los usuarios”. “Desde mi punto de vista, prosigue la CEO de Luxmetique, deberíamos consumir suplementos que no solamente contengan adaptógenos sino que estén reforzados con activos que complementen la función adaptógena como reguladores de los ciclos del sueño, que nos proporcionen un extra de energía y de alto poder antioxidante”.

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