La secuela desafinada de ‘Joker’ con Lady Gaga y Joaquin Phoenix

Lady Gaga, que causó sensación en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París el pasado julio cantando My thing in feathers, de Zizi Jeanmaire, a orillas del río Sena, regresa sensacional a una de las alfombras roja más esperadas para presentar el largometraje que más espectación ha generado en esta 81ª edición del festival, Joker: Folie à deux.

Oscura y provocativa, subvirtiendo los códigos de la película de superhéroes, la primera parte, centrada en los orígenes del mejor enemigo de Batman, ganó el León de Oro en 2019 y luego obtuvo un Oscar al mejor actor para Joaquin Phoenix. Por tanto, el listón es aún más alto para convencer al jurado presidido por Isabelle Huppert de premiar esta secuela, que debería tener aspectos de comedia musical, un género muy popular en los últimos meses, desde Barbie hasta Emilia Pérez de Jacques Audiard.

Lady Gaga como una psiquiatra desconocida

En esta nueva parte, todavía dirigida por Todd Phillips, al actor vestido de payaso se une el cantante, que irrumpió en la gran pantalla con Ha nacido una estrella, una película de Bradley Cooper centrada en la figura de una estrella cantante. después de pequeños papeles aquí y allá. Luego interpretó a la “viuda negra” del heredero de la marca de lujo Gucci en House of Gucci de Ridley Scott, película en la que ocupó su lugar junto a Adam Driver.

Por lo tanto, la expectación es alta para Joker: Folie à deux, donde la cantante del éxito Bad Romance se pone el disfraz de Harley Quinn, compañera y cómplice del Joker, personaje interpretado en el cine por Margot Robbie en Suicide Squad en particular.

Internado en Arkham Asylum

En la mitología del universo de Gotham City, el personaje del traje de arlequín a cuadros negros y rojos es un psiquiatra que entabla una relación con el Joker, internado en Arkham Asylum, y se convierte en su compañero. Lady Gaga podría aportar aún más oscuridad al papel, tras una primera parte que recaudó más de mil millones de dólares pero que suscitó críticas por su violencia casi nihilista.

La película, que presenta multitudes que se inspiran en el Joker para atacar a los ricos y poderosos, fue vista por otros como una crítica a la brecha de riqueza en Estados Unidos, en el contexto de una victoria del populismo. Una puesta en abismo tanto más sorprendente cuanto que la película se estrenó en plena presidencia de Trump. No hay duda de que la presentación de la segunda película, en plena campaña electoral estadounidense, no dejará indiferentes a los observadores.

En la rueda de prensa de la presentación de la película, lady gaga contó que tuvo que desaprender a cantar y a respirar para que que su voz sonara más real, más sufrida. Y, según las críticas, que no ha acogido muy bien la película, se nota.