Colleen Hoover, una conversación íntima

Es un fenómeno sin precedentes. Desde que se autopublicara allá por el año 2012, Colleen Hoover (Sulphur Springs, Texas, 1979) está gozando de un éxito que ha dejado boquiabierto al sector editorial. Le acompañan unas cifras mareantes: ha vendido 28 millones de ejemplares de sus 20 novelas; seis de los diez libros más leídos en EE.UU. son suyos y su icónica "Romper el círculo" (Planeta) ha alcanzado los 2.600 millones de visualizaciones en TikTok. Todo sin campañas de marketing ni críticas elogiosas. Su manera de escribir sobre sentimientos y la legión de fans que conectan con ellos y la viralizan son dos claves para entender su boom. 

Hoover se inspiró en la historia de maltrato de su madre, Vannoy Fite, a la hora de escribir "Romper el círculo", cuya adaptación cinematográfica será protagonizada por Blake Lively. De ahí el valor de esta conversación entre madre e hija que publicamos en exclusiva a las puertas de la publicación de su nueva novela "No te olvidaré (Reminders of Him)" (Planeta). Colleen Hoover no da apenas entrevistas. «Son mi mayor miedo», confiesa.  

Colleen: Le conté por encima sobre qué iba a tratar la novela y le pedí permiso para escribirla. Le prometí que no contaría su historia, que solo me inspiraría en su relación con mi padre. Mi madre siempre me ha apoyado en mis proyectos, pero con este tenía un poco de miedo, ya que la involucraba en cierta manera.

Vannoy: Admito que estaba nerviosa, porque no sabía cuánto contaría. Recuerdo que me preguntó sobre la primera vez que él me pegó. Luego, cuando leí la escena de Ryle y Lily en la cocina, la del guiso, me quedé de piedra al comprobar lo bien que Colleen había captado mis emociones. Recuerdo que la llamé por teléfono, llorando, y le pregunté: «¿Cómo lo has sabido?». Francamente, pensé que habría experimentado algo similar en su vida porque me costaba entender que hubiera sido capaz de transmitir con tanta precisión lo que pasaba por la cabeza de Lily en aquel momento, pero supongo que eso es lo que la convierte en escritora.

C: Mi madre siempre lee mis novelas a medida que las voy escribiendo. Es mi primera lectora, lo que supongo que a veces es un engorro. No te imaginas la de capítulos que le he enviado de libros que no han llegado a ver la luz. Recuerdo que, mientras leía los primeros capítulos de "Romper el círculo", me dijo que estaba enamorada de Ryle. No me resultó fácil, sabiendo lo que estaba a punto de escribir, y sabiendo que iba a pedirle que lo leyera.

V: Leí el libro capítulo a capítulo, a medida que los iba escribiendo. Colleen tiene razón, me enamoré de Ryle, como todo el mundo. Durante los primeros capítulos, no sabía el peso que la violencia doméstica iba a tener en el libro. Pero al llegar a la escena de la cocina, todo encajó. Me di cuenta de que se había inspirado en mi experiencia y había hecho que me enamorara de Ryle igual que en su día me enamoré del padre de Colleen. Me impresionó y me rompió el corazón, porque sabía por lo que Lily iba a tener que pasar.

V: Desde que Colleen era pequeña, siempre me ha sorprendido su capacidad de ver los dos lados de cada historia. Siempre ha sido la perfecta abogada del diablo. Da igual sobre lo que opines, ella te hará notar lo que piensa la gente que tiene una opinión contraria a la tuya. Leer esta historia de violencia doméstica desde el punto de vista de Lily fue asombroso, porque sabía que ella no la había sufrido. Me encantó su manera de inspirarse en mi experiencia y, a partir de ahí, crear las emociones de Lily, sus miedos y sus reacciones.

C: Mi padre se volvió a casar después de divorciarse de mi madre. Mi madrastra y él tuvieron a Murphy, mi hermana pequeña. Una vez, Murphy y yo estábamos charlando y ella dijo esa frase. Es algo que le había dicho su madre y que se me quedó grabado. Como mi madre ha mencionado antes, me encanta hacer de abogada del diablo y creo que esta cita resume bien la situación. Por supuesto que hay excepciones, pero creo con sinceridad que el ser humano es básicamente bueno. Lo que ocurre es que a veces tomamos malas decisiones, algunos más que otros.

C: La escena de la cocina, sin duda. Saber que mi madre había experimentado algo parecido hizo que me resultara muy duro adentrarme en la escena. He llorado más escribiendo este libro que con cualquiera de los otros, y es porque no lo estaba inventando todo, sino inspirándome en las experiencias de la mujer más importante de mi vida. 

C: No creo que Jenny se parezca en nada a mi madre. Utilicé parte de las experiencias de mi madre para crear el carácter de Lily. Jenny es más de esconder las cosas debajo de la alfombra, pero mi madre no es así. Siempre ha sido sincera y abierta con mi hermana y conmigo. También es muy independiente y no se calla lo que piensa cuando se enfrenta a un hombre. Esa es la mujer con la que me crie; por eso me resultó tan sorprendente descubrir que había sufrido malos tratos en su relación durante tanto tiempo. Era incapaz de imaginármela en una situación así. Si escribí esta novela fue, básicamente, para dejar constancia de la fuerza de mi madre. Quería explorar cómo era posible que alguien como ella pudiera acabar siendo víctima de malos tratos. Cuando terminé de escribir "Romper el círculo", la principal conclusión a la que llegué fue que cualquier persona puede acabar siendo víctima de una situación así, sin importar su fortaleza ni su debilidad. No tiene nada que ver con la víctima, sino con el maltratador.

V: Siempre hemos mantenido una relación muy abierta, de total confianza. En ese aspecto, somos distintas a Lily y a su madre. Tenemos en común que Colleen fue testigo de los malos tratos que sufrió su madre más de una vez. Es algo que siempre me echaré en cara.

C: No deberías. Lo importante es que reuniste el valor para dejarlo.

V: Te lo creas o no, se lo debo a un programa de televisión. Por aquella época veía una serie semanal en la que salía una hija, ya adulta, gritándole a su madre. Le echaba en cara todo lo que había tenido que sufrir al ser testigo de la relación disfuncional de sus padres y cómo eso había afectado a todas las decisiones que había tomado luego en su vida. Me quedé conmocionada al darme cuenta de que aguantar en mi relación iba a afectar la vida de mis hijas. Y aunque amaba a su padre con locura, tuve que dejarlo para poder dar a mis hijas la posibilidad de llevar una vida sana, equilibrada. Era joven, pobre y estaba asustada, pero sabía que debía enfrentarme a mis miedos para darles una vida mejor.

C: La verdad es que no me acuerdo de casi nada, porque era muy pequeña. Mi primer recuerdo es de una discusión que tuvieron mis padres, pero, después de aquello, casi todos mis recuerdos son de mi madre y mi padrastro, que era un hombre maravilloso. Mi padre biológico luchó contra sus demonios durante toda su vida. Era alcohólico cuando estaba con mi madre, pero más tarde trató con todas sus fuerzas de mantenerse sobrio. A ratos lo conseguía. Hubo periodos de su vida en los que estaba sobrio y presente en nuestras vidas, y otros en los que no. Raras eran las veces en que nos pasaba la pensión de manutención, y a menudo nos prometía que vendría a buscarnos para estar juntos el fin de semana, pero luego no se presentaba y mi hermana y yo nos quedábamos llorando en el sofá. "Romper el círculo" es una novela importantísima para muchos lectores y, sobre todo, lectoras.

C: La acogida ha sido alucinante. Nunca me habría podido imaginar la cantidad de mensajes que he recibido contándome lo que este libro ha supuesto en la vida de las lectoras. Yo no lo escribí con la intención de impactar en la vida de nadie; solo quería ponerme en la piel de mi madre para explorar esa parte de su pasado. A veces recibo correos tan inspiradores que llamo a mi madre y se los leo. Las lectoras nos han hecho llorar muchas, muchas veces.Querría darle las gracias a mi madre. Aunque el libro lo he escrito yo, no habría podido hacerlo sin sus vivencias y muchas víctimas de malos tratos han encontrado en la novela la fuerza para alejarse de sus maltratadores.

V: Sois valientes. Gracias por encontrar el valor y la fuerza para romper el círculo de los malos tratos.