Las casas de Harry y Meghan que enseña la serie de Netflix

En 2017 Megan Markle se mudó con Harry a Notthingham Cottage, una cabaña de madera de dos habitaciones con techos bajos propiedad de la reina de Inglaterra. En la serie de Netflix se describen la inclinación y la humildad del lugar que hizo asombrarse a la mismísima Oprah Winfrey.

Primeras imágenes del documental de Harry y Meghan
Primeras imágenes del documental de Harry y Meghan / Netflix

“¡Esto nadie se lo creería!”, dicen Harry y Meghan que exclamó Oprah Winfrey el día que fue a visitarlos a Nottingham Cottage, la cabaña de dos habitaciones de Kensington Palace que fue el primer nido de amor de la pareja en Londres.

Notthingham Cottage era una de las propiedades de “gracia y favor” de la reina que ella ofrecía gratis a sus invitados o a gente muy apreciada. Su nieto menor entraba en esta categoría. Otros familiares de la monarca ya habían vivido allí, incluidos Guillermo y Kate cuando el príncipe George era un bebé.

En sus inicios fue una pequeña casa de campo que en 1689 fue transformada en residencia real por el rey Guillermo III y la reina María II. Y, aunque contrataron al arquitecto Sir Christopher Wren para diseñar el nuevo palacio, la reina María se entusiasmó tanto con el proyecto que se encargó ella misma de transformar “la casita en un palacio”, según cuenta la web de los Palacios Reales Históricos. Lo cierto es que la cabaña Nottingham Cottage está más cerca del hogar del británico promedio que los apartamentos 8 y 9 de Kensington Palace donde vivió Harry con sus padres y su hermano.

En la serie se puede apreciar que los techos de Nottingham Cottage son increíblemente bajos, la cocina es sencilla, con un suelo de tablero de ajedrez en blanco y negro. “Todo está ligeramente inclinado”, comenta Harry a la cámara. “Se golpeaba la cabeza constantemente en ese lugar porque es muy alto”, agrega Meghan. “Antes debían ser más bajitos”, remata Harry entre risas.

Meghan Markle y el príncipe Harry en el documental 'Harry y Meghan'

Meghan Markle y el príncipe Harry en la serie documental 'Harry y Meghan'.

/ Netflix

De niños, los príncipes William y Harry vivían con sus padres en los apartamentos 8 y 9 de Kensington. Hoy, el apartamento 1A es la casa londinense del príncipe Guillermo, Kate y sus tres hijos. Poco se ha visto del interior de estas viviendas. Se sabe que Diana encargó la decoración del lugar al diseñador de interiores Dudley Poplak, que escogió un estilo campestre decididamente inglés, donde abundaban las gamas de beige y los tonos claro de azul. Guillermo y Kate han admitido haber amueblado las habitaciones de sus hijos con muebles de IKEA.

El apartamento 1A de Kensington Palace se reformó antes de que se mudaran los herederos. La obra de sus 20 habitaciones repartidas en cuatro pisos costó un millón de dólares.

Si hay algo verdaderamente novedoso en la serie de Netflix (los desencuentros de la familia ya habían sido contados en el programa de Oprah) ha sido poder apreciar el interior de Notthingham Cottage donde Harry vivía desde 2013 y donde se mudó Meghan en 2017.

A pesar del espacio que se le dedica en la serie, la reina no tardó en buscarles otro lugar mucho más grande: Frogmore Cottage, en Windsor, una construcción del siglo XVII, que se sometió a una renovación multimillonaria para acomodarla a Harry y Meghan. En el documental de Netflix no se revela mucho del interior de Frogmore, pero por las tomas del exterior se puede intuir un gran patio con un columpio.

Después del MEGXIT, Harry y Meghan se mudaron a Vancouver Island en Canadá, y luego a Montecito, California, donde tienen su residencia habitual: una casa de nueve habitaciones y 16 cuartos de baño, según describe la edición estadounidense de AD. Compraron la casa en 2020 por 14.65 millones de dólares. Se infiere que la mayor parte de la serie de Netflix está rodada en esa vivienda de grandes espacios y mucha luz, muy alejada del estilo british de la cabaña de Kensington Palace.

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