Con buen humor, naturalmente

Estás de mal humor?, ¿te ha vuelto a decepcionar tu pareja?, ¿has tenido un roce serio con algún compañero de trabajo o de estudios?, ¿te cuesta llegar a fin de mes?...

Estas hipotéticas situaciones u otras similares pueden ser las responsables de que te sientas irritada, con los nervios a flor de piel, o bien triste, melancólica y desanimada. Mucha gente recurre a calmantes y antidepresivos para combatir la irritabilidad, el estrés y los ataques de ansiedad.

Otros confían en estimulantes farmacológicos para tratar de levantar el ánimo. En el fondo, todos necesitamos sentirnos optimistas y convencernos día a día de que vale la pena vivir intensamente. ¿Nuestra opción? Confiar en la naturaleza sabia...

OPTIMISTAS Y PESIMISTAS

Hay optimistas irreductibles y pesimistas extremos, pero todos tenemos en nuestro interior una proporción variable de ambos aspectos que acaba por moldear nuestra forma de ser.

Si te identificas más con las pesimistas que con las optimistas, si consideras que en la balanza de tu propia experiencia pesa más la tendencia al desánimo que a la euforia, toma nota de estas sencillas recomendaciones: trata de identificar tus puntos débiles y tus limitaciones, y busca alternativas eficaces que te ayuden a superarlos; da importancia a los pequeños placeres porque, a veces, la felicidad se oculta en los detalles más insignificantes; fíjate objetivos realistas y concretos, más que aspiraciones abstractas y ambiciosas que puedan alimentar tu frustración; aprende a lidiar con las dificultades, valorando el esfuerzo que eso supone; no dejes nunca que un malentendido enturbie una relación y, sobre todo, ríe con ganas siempre que puedas. La risa ayuda a liberar endorfinas y a que te sientas mejor y más a gusto contigo misma.

INFUSIONES Y ALGO MÁS

Fitoterapia, suplementos dietéticos, naturopatía... ¿Qué eliges?

● Infusiones estimulantes: desde un clásico, el té verde con menta a la marroquí, a la yerba mate tal y como la toman en Argentina o Uruguay. Otras opciones son la infusión de romero, salvia y ajedrea, la de hojas de damiana o la de bayas de schisandra.

● Infusiones tranquilizantes, para aliviar el estrés, la irritabilidad nerviosa y los estados leves de ansiedad. En cualquier herbolario encontrarás plantas tan eficaces como el espino albar, la melisa, la verbena, el hipérico, la pasiflora o la valeriana.

●Pastillas, extractos líquidos y tinturas de plantas, como canela, guaraná, ginseng, eleuterococo y nuez de cola. Son plantas estimulantes que debes consumir con precaución y contando siempre con el consejo de un buen experto.

● Suplementos dietéticos. Complementos de vitaminas B1 y B21, vitamina E, ácido fólico y oligoelementos como magnesio, hierro y potasio. No los consumas sin asesoramiento médico.

● Alimentos energéticos. Los carbohidratos, como la glucosa, nos aportan energía y vigor. Además de cereales, como la avena, el centeno o el trigo, especialmente si son integrales, los especialistas en nutrición nos recomiendan también otras sustancias como los frutos secos, el chocolate negro –cuanto más puro, mejor–, los zumos de frutas y verduras, las espinacas, los calabacines y las legumbres.

MASAJES, CARCAJADAS, TEATRO...

Terapias alternativas placenteras y eficaces para subir la moral.

●Los masajes californiano, tailandés y ayurvédico favorecen el equilibrio emocional. El primero incide en el contacto y la capacidad del especialista para captar las necesidades anímicas del receptor; el tailandés alterna los estiramientos asistidos con la estimulación de determinados puntos de energía, y el ayurvédico utiliza aceites esenciales.

● Se ha demostrado que la risa sincera y la carcajada espontánea tienen múltiples beneficios para la salud. La risoterapia es una terapia que, a través de diferentes técnicas, como la expresión corporal, la danza o los juegos, busca que la persona elimine bloqueos emocionales o físicos que se interponen en su bienestar, aumentando así su autoestima.

● Explora tus dotes de cómica. Los talleres de teatro y declamación son una oportunidad para desarrollar nuevos horizontes de tu personalidad y un buen pretexto para hacer nuevos amigos. Técnicas de expresión corporal, juegos de desinhibición, la improvisación... Hacer reír a los demás también te ayudará a ser feliz.