Áurea Casa Palacio Sagasta: una ventana con vistas al pasado de Cádiz
Mucho más que un hotel, un tesoro del pasado que ha sido totalmente remodelado conservando su esencia y que te regalará las vistas panorámicas más increíbles de la ciudad.
En el corazón de la encantadora “tacita de plata”, también conocida como Cádiz, se erige el Áurea Casa Palacio Sagasta, un tesoro oculto que invita a sumergirse de forma diferente en la historia y deleitarse con las leyendas de tiempos pasados. Adéntrate con nosotros en un hotel que fue construido a mediados del siglo XVIII y ha sido restaurado con esmero con el fin de preservar su esencia original.
Un edificio clave en la historia de Cádiz
En el pasado, este establecimiento desempeñó un papel crucial durante la Guerra de Independencia (1808-1814) al albergar la Embajada Británica. En aquel entonces, el Duque de Wellington era una destacada figura militar y política y fue su hermano mayor, Sir Richard Wellesley, quien estableció en él su residencia como embajador británico. Posteriormente, el comerciante Benito Cuesta y Blázquez adquirió la propiedad y llevó a cabo una remodelación integral, transformando el estilo arquitectónico del edificio barroco al elegante estilo isabelino que luce en la actualidad.
¿Su secreto mejor guardado? Este singular hotel cuenta con vistas panorámicas de la ciudad desde la torre de garita octogonal, rehabilitada para recobrar su esplendor original, convirtiéndose así en un símbolo emblemático a nivel arquitéctonico.
Un reflejo de la esencia gaditana
El Áurea Casa Palacio Sagasta conserva detalles originales del edificio, numerosos elementos que forman parte del patrimonio arquitectónico de Cádiz, como su tradicional patio central, la escalera imperial de dos tramos construida en 1860 y la torre mirador, una de las de mayor envergadura de la ciudad. Para enriquecer la experiencia de los huéspedes, el hotel ofrece un recorrido interactivo a través de estos puntos emblemáticos del edificio, dándoles la oportunidad de adentrarse en su fascinante historia.
Al atravesar sus puertas, te sumergirás en una inmersión cultural a través de sus habitaciones que, cuidadosamente diseñadas, visten sus paredes con reproducciones de mapas de la ciudad de los siglos XVII y XVIII. La decoración de cada estancia refleja el encanto histórico y cultural de la región, mientras que las comodidades tecnológicas brindan un equilibrio perfecto entre el pasado y el presente. El establecimiento también dispone de gimnasio y zona wellness con spa, baño turco y sauna, así como servicio de tratamientos faciales y masajes.