'La Sociedad de la nieve': lo que sí pasó y no cuenta la película de Bayona

La historia detrás del accidente aéreo ocurrido en 1972 que inspira la película 'La Sociedad de la nieve' esconde detalles y verdades crudas que se sugieren pero no muestra el filme de Bayona.

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La película 'La sociedad de la nieve' de Juan Antonio Bayona, el único título español que optaba a un Globo de Oro en este 2024, se fue este lunes a casa con las manos vacías tras la celebración de la gala. Sin embargo, el largometraje, que recrea lo ocurrido tras el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en el corazón de los Andes ocurrido en 1972, una historia de supervivencia estremecedora, todavía tiene mucho recorrido no solo en cuando a galardones (actualmente sigue en la carrera a los Oscar y cuenta con 13 nominaciones a los Premios Goya), sino en conversaciones, impacto y listas de películas más reproducidas.

Porque desde que el 4 de enero aterrizó en Netflix liderando los estrenos del primer mes del año de la plataforma, su nombre protagoniza foros y debates, a la vez que inspira búsquedas sobre la fidelidad de la producción a la historia (que, antes, en 1993, ya había inspirado otra película, 'Viven').

Una de las imágenes de la película 'La sociedad de la nieve'

Una de las imágenes de la película 'La sociedad de la nieve'

/ Netflix

¿Qué ocurrió realmente dentro de los restos del avión que se estrelló con 45 pasajeros, la mayoría jugadores el equipo de rugby de Chile, y cuyos supervivientes quedaron atrapados durante dos meses en una de las zonas más hostiles e inaccesibles del planeta, y empujados a la antropofagia como única manera de alimentación?

Estos son algunos de los detalles que han contado los protagonistas del accidente en distintas intervenciones. Por cierto, uno de los supervivientes, Nando Parrado, asegura que la película sí muestra lo que realmente ocurrió. Pero hay más:

¿POR QUÉ LOS PROTAGONISTAS DE 'LA SOCIEDAD DE LA NIEVE' NO PARAN DE FUMAR?

Ocurre en la pantalla y ocurrió en la realidad. Los supervivientes del vuelo 571 que se estrelló en octubre de 1972 en Los Andes fumaban con frecuencia, seguramente para calmar la ansiedad y el hambre. Y porque entonces muchos de ellos eran fumadores (las campañas antitabaco vendrían después). La realidad es que los restos del avión contenían más tabaco que comida. El empresario uruguayo Javier Methol, el mayor de los supervivientes (tenía entonces 35 años) viajaba con un gran número de cartones previendo la escasez de tabaco que había entonces en Chile (el vuelo, que había partido de Montevideo, se dirigía a Santiago de Chile).

Los supervivientes de la película 'La sociedad de la nieve'

Los supervivientes de la película 'La sociedad de la nieve'

/ Quim Vives / Netflix

Según indicaron, lo racionaron de forma que a cada fumador le tocaba un paquete de 20 cigarrillos cada dos días.

LOS PROBLEMAS DE ESTREÑIMIENTO Y LA ORINA NEGRA

Además de estar expuestos a temperaturas límite, los supervivientes debieron enfrentarse a serios problemas de estreñimiento que le producía fuertes dolores y que, en algunos casos, como en el de Bobby François, duraron más de un mes. De hecho, celebraban cada vez que alguno de ellos lograba 'ir al baño'. La causa de sus dificultades radica en la pobreza de su dieta, sin fibra ni apenas líquidos.

Momento del rescate de la película 'La sociedad de la nieve'

Momento del rescate de la película 'La sociedad de la nieve'

/ Quim Vives / Netflix

El grupo también sufrió una epidemia de diarrea y muchos confesaron que su orina tenía un color negro, un síntoma de deshidratación grave y de que el cuerpo no recibe el agua suficiente para diluir las sustancias que se eliminan por la orina (solo bebían el agua que obtenían tras derretir la nieve). Los 16 supervivientes que lograron salir con vida revelaron que llegaron a beber su propia orina para estar hidratados, pero que esta era tan oscura que parecía sangre.

EL MÉDICO Y EL INGENIERO IMPROVISADOS TRAS EL ACCIDENTE

Roberto Canessa, uno de los supervivientes de 19 años, fue el que adoptó el papel de médico del grupo durante los 70 días que permanecieron perdidos en los Andes. Entonces era un estudiante de medicina de los primeros cursos, pero su empeño y sus conocimientos ayudaron a que atendiera heridas y lesiones. Además, con la ayuda de otro estudiante de Medicina, Gustavo Zerbino, construyó hamacas que sirvieron como camillas.

Una de las imágenes de la película 'La sociedad de la nieve'

Una de las imágenes de la película 'La sociedad de la nieve'

/ Netflix

Por otra parte, fue Ron Harley, que estudiaba ingeniería, el encargado de arreglar un retransmisor de radio e improvisar una antena con fuselaje y pedazos de cable para recibir señal. A través de esta, sabrían que se habían suspendido las tareas de rescate. También, el 22 de diciembre, que sus dos compañeros Nando Parrado y Canessa, que habían partido para pedir ayuda, habían sido localizados.

LOS OJOS AMORATADOS DE NANDO PARRADO

Tras pasar varios días en coma tendido sobre la nieve (de hecho, sus compañeros le dan por muerto), Nando Parrado despierta. Su rostro presenta unas oscuras ojeras y párpados morados, según la película, que ha querido ser fiel a la realidad. Esas manchas en torno a los ojos, el 'signo del mapache', son un indicador de una fractura en la base del cráneo. Posiblemente, el frío posibilitó que la inflamación se redujera.

¿POR QUÉ NO HICIERON FUEGO PARA HACER SEÑALES?

Si tenían mecheros para prender los cigarros, ¿por qué no hicieron una hoguera para calentarse o hacer señales? Según apuntan varias fuentes, no había combustible ni material suficiente para encender fuego.

EL COPILOTO NO MURIÓ DE INMEDIATO

El copiloto de la nave, Dante Lagurara, no murió de inmediato, sino que quedó malherido y atrapado en un amasijo de hierros, del que no pudieron liberarle. Dicen que fue él quien indicó a los supervivientes que habían pasado ya Curicó. Ese dato erróneo, que desencadenó el accidente, pudo ocasionar que los dos jóvenes que dejaron el campamento para pedir auxilio, Roberto Canessa y Fernando Parrado, tomaran el camino más largo.

LA CUESTIÓN DE LA ANTROPOFAGIA

No hay una única teoría. Según algunas, fue también el aspirante a médico Roberto Canessa quien planteó por primera vez la posibilidad de alimentarse de los cadáveres ante la ausencia de alimentos. "Nuestro objetivo común era sobrevivir pero lo que nos faltaba era comida (...). No había vegetación ni vida animal que encontrar. Sabíamos la respuesta pero era demasiado terrible para contemplarla", reflexiona en su libro 'Tenía que sobrevivir'.

En otros escritos, se indica, sin embargo, que fue Carlitos Páez el primero que mencionó la idea a Nando Parrado, que confesó que también lo había pensado.

Un trozo de cristal fue la herramienta para cortar el alimento: primero; la carne; después, los huesos para obtener calcio, y finalmente órganos vitales.

Más tarde, cuando fueron rescatados y explicaron al mundo cómo habían sobrevivido, tuvieron que sincerarse sobre una cuestión que, aún hoy en día, constituye un tabú: "Llegó ese momento en el cual ya no teníamos ni alimentos ni cosas por el estilo y pensamos: Si Jesús en la última cena repartió su cuerpo y sangre a todos sus apóstoles, ahí nos estaba dando a entender que debíamos hacer lo mismo. Tomar su cuerpo y sangre, que se había encarnado. Y eso que fue una comunión íntima entre todos nosotros, fue lo que nos ayudó a subsistir. Y fue una entrega de cada uno", leyó Pancho Delgado, uno de los supervivientes.

¿HUBO PELEAS Y TENSIONES ENTRE LOS SUPERVIVIENTES?

Son muchos quienes coinciden en señalar que, aunque en algunos momentos hubo diferencia de pareceres, el objetivo común de sobrevivir les mantuvo a todos unidos y sin grandes rencillas. De hecho, muchos se han referido años después a la "gran hermandad" que se desarrolló.

LAS FOTOS REALES DEL SINIESTRO

Pese a la tragedia, los ocupantes del siniestro tuvieron ocasión de fotografiarse junto al avión estrellado. Muchos de ellos llevaban cámaras de fotos para perpetuar su visita a Chile, donde se les esperaba para un partido, lo que ha permitido comprobar la similitud de su aspecto con el de los actuales protagonistas de la película de Bayona.

CLAVES DE LA SUPERVIVENCIA

Según ha explicado Gustavo Zerbino en una entrevista, fue clave para la supervivencia la capacidad de organización, la de mantener la calma y el optimismo, la solidaridad y el trabajo en equipo.

¿QUÉ HA SIDO DE LOS SUPERVIVIENTES?

Canessa, el médico de 'La Sociedad de la Nieve', se convirtió en un reconocido cardiólogo infantil en Uruguay y conferenciante de charlas motivacionales (esto último, una tarea que también desempeñan muchos supervivientes). Tiene tres hijos y varios nietos.

Carlos Paéz, Pedro Algorta, Daniel Fernández, Ramón Sabella, Álvaro Mangino y Antonio Vizintín se hicieron empresarios.

Eduardo Strauch hizo arquitectura y su primo, Adolfo Strauch, está al frente de una explotación ganadera.

Fernando Parrado se hizo productor de televisión; Roy Harley, ingeniero, Bobby François, productor agropecuario y Alfredo Delgado, notario. Gustavo Zerbino trabaja en la industria farmacéutica.

Javier Methol falleció en la década pasada.

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