¿Por qué Fernando Botero pintaba a sus mujeres gordas?

El pintor colombiano, maestro del volumen, era padre de cuatro hijos y se había casado tres veces. Sus experiencias vitales marcaron su obra, pero la trágica muerte de su cuarto hijo fue protagonista de sus obras más aclamadas.

Fernando Botero y  Ornella Muti

Fernando Botero y Ornella Muti, en Suiza.

/ Gtres

"Soy el pintor del volumen, no de las gordas" comentó Fernando Botero en una entrevista. El pintor y escultor colombiano ha fallecido a los 91 años.

Durante varias décadas, su obra le dio la vuelta al mundo, gracias a su particular estilo a la hora de plasmar y dar forma a los personajes. "La preocupación por el volumen ha desaparecido en el arte contemporáneo. A partir de los impresionistas, la pintura se ha vuelto cad vez más plana y el volumen dejó de interesar", aseguró el maestro colombiano.

La muerte de su hijo de cuatro años

Pedrito, Pedro Botero Zambrano, fue fruto del segundo matrimonio del pintor con Cecilia Zambrano en el año 1964. Con su primera mujer, Gloria Zea, tuvo 3 hijos, Fernando Botero Zea, Lina Botero y Juan Carlos Botero Zea.

Pedrito falleció un 17 de abril con tan solo cuatro años por culpa de un trágico accidente de tráfico cuando la familia se encontraba de vacaciones en Sevilla, España. En el coche viajaban, además de Fernando y Cecilia, los pequeños hermanos, Fernando y Lina. El pintor sufrió graves heridas en sus manos perdiendo la falange de uno de sus dedos.

Ese trágico hecho marco una etapa muy importante en la obra del pintor, quien se refugió en el arte como terapia sanadora. El resultado fue una de sus obras más ilustres, “Pedrito a Caballo”.

En el cuadro que se encuentra en Colombia, en el Museo de Antioquia, se puede ver a Pedro sobre un caballo de juguete, en el que se ve a un padre que siente la muerte de su hijo y un hogar vacío y solitario.

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