Sara Sálamo debuta como directora: "No hablo de heridas, hablo de belleza"

La actriz Sara Sálamo debuta en la dirección con el corto 'La manzana'. Hablamos con ella del proyecto, de su vida y hasta de Luis Rubiales.

Sara Sálamo durante la presentación de 'Un estreno de cine' en Madrid, 2020

Sara Sálamo durante la presentación de 'Un estreno de cine'.

/ Gtres

Con 11 años, Sara Sálamo (Santa Cruz de Tenerife, 1992) dobló un cortometraje dirigido por su padre. Aquello sería el detonante de todo lo que vendría después: las extraescolares de teatro; su mudanza, con 18 años, a Madrid... Hoy es uno de los rostros más populares de la pantalla española, donde figura en los créditos de una docena de series y otras tantas películas (entre ellas, las ficciones 'B&B, de boca en boca', 'Brigada Costa del Sol' o el reciente 'western' de Pedro Almodóvar 'Extraña forma de vida'), así como musa de marcas, novelista (en 2020 debutó con la obra 'El ocaso del mono que arañaba la pared') y voz vigosa contra la desigualdad machista, pese a tormentas y amenazas (su perfil de Instagram, con 860.000 seguidores, es su sala de operaciones). En lo personal, es pareja del jugador del Real Madrid Isco Alarcón y madre dos hijos, Theo y Piero, de 4 y 2 años respectivamente.

Pero hay más: el agosto terminó de rodar su primer corto como directora, 'La manzana', el cual también ha escrito y producido tras tres años de formación en dirección y guion.

Sara Salamo debuta en la dirección con su proyecto 'La manzana'

Sara Salamo debuta en la dirección con su proyecto 'La manzana'.

/ Concha de la Rosa

Hablamos con Sara Sálamo sobre ese cortometraje en el que profundiza sobre su "propia infancia", que constituye una "oda a las madres" y en el que, a través de una narrativa visual y poética, trata de simbolizar "la llegada a la madurez". También hablamos de feminismo y, como no, el 'caso Rubiales'.

Tu primer corto. ¿Cómo se está al otro lado de la cámara?

Durante las dos semanas previas al rodaje soñaba cada día con los planos, con cosas que salían mal, con problemas en el set para los que no tenía una solución… pero para nada fue así. Estuve más cómoda de lo que esperaba. El cine es magia y el trabajo, casi siempre, acaba saliendo por más trabas que te encuentras. Aun así, todo tiene dos caras: La parte menos buena del proceso es aprender a lidiar con la frustración que supone tener que renunciar a muchas de las cosas que tenías previstas. Por otro lado, aprendí mucho.

¿Qué has aprendido?

Que es adictivo y ya estoy inmersa en otro proyecto. ¡Este viaje está siendo muy estimulante! Y he redescubierto que atreverme me hace feliz. He revivido esa sensación de cuando tenía 18 años, una maleta y un perro y me vine sola a Madrid para ser actriz sin saber qué me depararía la aventura. Siento que cuando tengo miedo o pudor frente a nuevos retos y por fin atravieso esas barreras es cuando me siento orgullosa de mí misma. Y es una sensación magnífica. Ya no importa tanto el resultado (que también, pues soy obsesivamente perfeccionista y autoexigente), sino el haber dado el paso y salir de la zona de confort.

'La Manzana' gira en torno a tu infancia. Bucear en nosotros mismos y nuestro pasado, ¿es terapia?

Dicen que las heridas de la infancia se traducen en quiénes o cómo somos de adultos. A mí reflexionar e indagar es algo que me gusta, de forma genérica y, también, específica, en mí misma. Aunque 'La manzana' no habla de heridas, sino de todo lo contrario. Habla de la belleza. Habla de disfrutar la cotidianidad y de cómo deleitarse con gestos que el estrés y la vorágine en la que estamos inmersos por nuestro estilo de vida no nos dejan ver.

El corto 'La manzana', dirigido por Sara Sálamo

El corto 'La manzana', dirigido por Sara Sálamo.

/ Concha de la Rosa

Tu equipo era eminentemente femenino. ¿Crees que se puede notar en el corto, existe la mirada y una forma de hacer femenina'?

Siento que las miradas son individuales, pero sí que creo en las energías y para mi historia elegí rodearme de una energía mayoritariamente femenina. Echando la vista atrás, creo que fue un acierto. La sensación en el set fue muy especial. Me sentí muy cómoda y pude trabajar muy libre.

Habiendo sido intérprete, ¿se empatiza más con el reparto o hay más exigencia?

La gran parte del cortometraje está interpretada por niños y todo fue como un juego. Desde los ensayos hasta el último plano. Creo que todos nos sentimos muy cómodos.

Sara Sálamo sin maquillaje en los Premios Goya 2023

Sara Sálamo sin maquillaje en los Premios Goya 2023

/ Gtres

De actriz a directora. ¿Eso despierta recelos?

Ese tipo de preguntas me las hice de forma incesante en los últimos años y fueron las que estaban frenando mi deseo de poner en práctica mi formación como guionista y directora, como si todos los grados y máster que iba haciendo no fueran suficientes para excusarme ante el resto sobre por qué quiero contar mis propias historias. Está claro que el cine es algo que hacemos para los demás, porque no tiene sentido hacerlo (con lo que conlleva) y guardarlo en un cajón. Pero creo que hay un punto en el que no hay que preocuparse tanto de lo que piensen los demás y seguir tu instinto. Para mí está siendo un sueño este viaje y eso ya es algo de mucho peso.

Mario Casas, que también ha debutado como director, ha hablado del síndrome del impostor. ¿Te ha pasado?

Por supuesto. Me preocuparía no tenerlo, la verdad, ¿quién en su sano juicio siente que la primera vez que va a hacer algo no sólo estará a la altura, sino que será admirado por ello? Siento que sí hay un Pepito Grillo boicoteando y poniendo piedras en las ruedas de forma constante cuando tienes que dar el siguiente paso, pero si aun así consigues acallarlo y persistes trabajando y peleando por lo que quieres, el resultado puede ser mejor o peor, pero para mí ya es un proceso exitoso.

Te mojas con temas de feminismo en las redes. ¿Es difícil mojarse sin salpicarse?

Cualquier lucha social viene de la mano con otra parte que se resiste al cambio. A ninguno o ninguna nos gusta perder privilegios, así que quien siente que va a perder parte de su califato, intenta revelarse. Para mí la cuestión está en la empatía y en la búsqueda de una sociedad más justa, equitativa y menos violenta. Aunque por ello, como bien dices, haya consecuencias. En mi caso, hay muchos días que me pesa pero no concibo no procurar un mundo para mis niños y su entorno menos pendenciero.

La victoria de la selección española en el Mundial y el caso Rubiales, ¿hay un antes y un después, gracias a ambos?

Parece que de forma casi unánime se ha unido el país para dejar de normalizar actitudes machistas. Que tu jefe te pida "un piquito" o que te pregunte de qué color es tu ropa interior por suerte ya no es algo que vayamos a pasar por alto. Volvemos a lo mismo, a la búsqueda de una sociedad y un mundo más sano y menos violento para cualquier persona.

Isco, tu pareja, fue uno de los primeros futbolistas que opinó sobre el 'caso Rubiales' y después muchos otros le siguieron. A cambio, habéis recibido comentarios atroces y algunos te amenazan a ti. ¿Hay muchos 'Rubiales' por el mundo?

Isco fue el primer futbolista en pronunciarse y a mí eso me hace estar profundamente orgullosa. Creo que como compañero ha hecho lo correcto. Con respecto a si hay muchos hombres que abusan de su posición de privilegio para hacer comentarios obscenos (incluso cuando tratan de maquillarlos con tono de gracieta), la respuesta es: demasiados aún. Estos días [a raíz de lo ocurrido a Jenni Hermoso] leía un hilo en redes donde preguntaban a mujeres que hubieran vivido situaciones similares en su entorno laboral de forma reciente y la lista era interminable. Es triste y da mucha rabia, pero este caso es un pasito hacia delante para dejar de pasar por alto ciertas conductas que no dejan de ser agresiones.

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