El momento en el que Serena Williams casi cae al Sena con la llama olímpica, que nadie vio y que Nadia Comaneci evitó

El pasado viernes la ciudad de la luz daba el pistoletazo de salida a los Juegos Olímpicos 2024 a través de una gala de inauguración excepcional. Cuatro horas marcadas por el homenaje a la tradición histórica y cultural de nuestro país vecino, un desfile náutico de seis kilómetros por la arteria principal parisina, actuaciones musicales estelares y precipitaciones durante todo el evento.  

Un encuentro que reunía momentos históricos, como es la primera vez en la historia que la apertura sale del estadio a las zonas más caraterísticas de la ciudad contagiando así el sentimiento deportivo en cada rincón parisino. Pero también otros más inesperados, como fue la entrega de antorcha a Rafa Nadal a manos de Zinedine Zidane, quien se especulaba que no iba a estar presente.

Cuatro figuras importantes a bordo de una embarcación

Acto seguido, el tenista español se subía -con antorcha en mano- a una embarcación junto a otros tres de los rostros más representativos en la historia del deporte. La gimnasta rumana de nacionalidad estadounidense, Nadia Commaneci, el atleta vencedor de diez medallas olímpìcas, Carl Lewis, y uno de los referentes femeninos más importantes en el tenis femenino, Serena Williams, quien protagonizó un momento único y preocupante en este estreno.

Serena Williams pierde el equilibrio por unos segundos

Siendo uno de los momentos que formaban parte del colofón del encuentro, las cuatro eminencias se subían a bordo de una embarcación que contaba con iluminación en los laterales, dado que el sol ya había desaparecido de la escena.

Con la luz de la antorcha que portaba Nadal como guía, todos saludaban a los presentes a orillas del Sena. Lo que parecía una situación común provocaba intranquilidad segundos después al ver cómo Serena Williams se tambaleaba mientras Nadia la sujetaba del brazo para evitar una posible caída. Pero la expresión de la estadounidense podía alertar de que no se trataba de una falta de equilibrio puntual.

A continuación, para normalizar la situación volvió a levantar la mano, pero tuvo que sostenerse en una superficie que se encontraba justo después de la gimnasta. Todo apunta a un posible mareo que podría ser causado por el movimiento del barco, una situación bastante común.