¿Cómó fue la relación entre Lady Di y la reina Isabel II?
Tras el fallecimiento de la reina Isabel, han vuelto a salir a la luz cuestiones sobre su pasado familiar. Y su relación con Lady Di es uno de los temas que más curiosidad despierta.
El fallecimiento de la reina Isabel II ha dejado, además de miles de muestras de cariño por parte de sus súbditos, mucho interés por conocer más detalles sobre su vida personal. Si hace poco conocíamos cuál era el parentesco entre la soberana y los reyes de España, vinculados con ella no solo por la amistad sino por lazos familiares, ahora son muchos quienes se interesan en las redes por la relación entre la reina de Inglaterra y Lady Di, quien fuera su nuera desde 1981, tras su boda con el actual rey Carlos III de Inglaterra, hasta su divorcio, en 1996.
¿Se llevaban bien la reina Isabel y Lady Di? ¿Es posible sentir afinidad ante personas con motivaciones diferentes, incluso, contrapuestas (mientras la primera representaba la salvaguarda de la tradición, la segunda trataba de flexibilizar algunas de las normas más estrictas de palacio y era partidaria de una imagen más cercana y 'hacia fuera')? ¿Existía entre ellas admiración, respeto, simpatía o desprecio e incompatibilidad?
Para empezar, entre los Spencer —familia de Lady Di— y los Windsor ya había una gran conexión antes de que la madre de Enrique y Guillermo (Harry y William) se casara con el príncipe de Gales. De hecho, Isabel II era la madrina del hermano de Diana, Charles Spencer, y la abuela materna de estos había sido la dama de compañía de la reina madre. Todo ello seguramente influyó para que la reina estuviera "radiante" cuando se anunció su compromiso, como aseguró la revista Time.
Una vez casada con Carlos, la relación entre Diana y su suegra fue bastante formal. "En los primeros días, Diana estaba simplemente aterrorizada por su suegra. Mantenía las exequias formales -como una gran reverencia cada vez que se encontraban- y mantenían las distancias", explica el biógrafo Andrew Morton, autor del libro 'Diana: her true story- In her own words'.
Todo esto mejoró con el tiempo, insinúa el autor, especialmente a partir de que diera a luz a su primer hijo, el príncipe Guillermo. A Lady Di se le confió, incluso, que representara a la familia en determinados actos, como el funeral de princesa Grace de Mónaco. "Diana trabajó muy duro para congraciarse con la reina (Isabel II) y ser la princesa que ella deseaba para su hijo, y lo hizo con mucho éxito", declaró Arianne Chernock, profesora asociada de historia en la Universidad de Boston.
Eran tiempos en los que la entonces esposa del actual rey Carlos III declaró tener "la mejor suegra del mundo", según escribió Ingrid Seward en el libro 'The Queen and Di'. Sin embargo, no todo era de color de rosas. "Ella se esforzaba mucho para encajar. Era una chica de ciudad y fingía amar el campo. Hizo todas las cosas que se suponía que debía de hacer, pero en realidad no lo disfrutó", opinó Chernock.
Algunas fuentes, no obstante, señalan que la popularidad y el brillo de Lady Di pudo molestar a la reina.
Cuando los rumores sobre la infidelidad de Carlos de Inglaterra con Camila Parker comenzaron a circular con más intensidad, y el matrimonio del primero con Lady Di comenzó a desintegrarse, los biógrafos sostienen que esta buscaba el apoyo y consejo de su suegra. "Encontró una aliada quizás poco probable en palacio, la reina, cuya comprensión y actitud de ayuda hizo mucho para animar a Diana a salir adelante", indica Andrew Morton.
La situación insostenible para Diana, que se enfrentó además a problemas de depresión y bulimia, provocó, sin embargo, su distanciamiento con Isabel II y su aislamiento cada vez mayor dentro del palacio, hasta su divorcio. Más tarde diría que le hubiera gustado que las mujeres de la familia real hubieran sido más accesibles. Por su parte, algunos expertos aseguran que la Familia Real opinaba que Lady Di "hablaba demasiado". La entrevista que concedió a la BBC hace 25 años, que a algunos les recordó a la que Meghan Markle y el príncipe Harry concedieron a Oprah Winfrey tras emanciparse de la familia real (el bautizado 'Oprahgate'), habla de soledad en palacio y de un matrimonio en el que siempre había habido una tercera persona, una "multitud".
Las palabras públicas más tiernas de Isabel II hacia su exnuera no llegarían hasta que esta perdió la vida en un accidente de coche en París en 1997. "En primer lugar, quiero rendir homenaje a Diana en persona. Era un ser humano excepcional y dotado. En los buenos y en los malos momentos, nunca perdió la capacidad de sonreír y reír, ni de inspirar a los demás con su calidez y amabilidad".
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