Astrud Gilberto, la 'chica de Ipanema' que conquistó la bossa nova
Gracias a su participación en el álbum 'Getz/Gilberto', pudo emprender su carrera en solitario
El éxito de cualquier producción musical o cinematográfica suele ir acompañado de infinidad de leyendas que rodean cada uno de los motivos por los que realmente estas obras se convirtieron en imprescindibles y míticas. La aparición en escena de Astrud Gilberto, cantante y esposa de João Gilberto, el denominado 'padre de la bossa nova', no está exenta de estas historias presumiblemente reales.
Para conocer el motivo por el que 'The Girl From Ipanema' hoy es el tema más conocido de la bossa nova conviene, primero, recordar cómo el mundo cayó rendido a los pies de este género. Una mezcolanza de samba y jazz surgida a finales de los años cincuenta en Río de Janeiro gracias a músicos como Gilberto, Tom Jobim o Vinícius de Moraes, que inspirados en la música americana, lograron poner en el mapa la música popular brasileña a mediados de los 60.
Previamente, otros dos músicos estadounidenses habían despuntado en este género hasta entonces desconocido más allá de las fronteras de su país de origen. Fueron Charlie Byrd y Stan Getz con 'Jazz Samba', un disco producido por Creed Taylor y lanzado en 1962, que se convirtió en un gran reclamo y obtuvo diferentes nominaciones en los Premios Grammy al año siguiente y se convirtió en el primer disco de jazz de la lista Billboard que alcanzó el primer puesto.
Antes de eso, tuvo lugar la presentación en sociedad del género en el Carnegie Hall de Nueva York, en el Concierto de la Bossa Nova el 21 de noviembre de 1962. Fue entonces cuando comenzó la leyenda. Algunos titulares de la época se centraron en menospreciar su éxito, hasta el punto de que se pudieron leer titulares como el siguiente: 'La bossa nova desafinó en los Estados Unidos', escrito por el periodista norteamericano Orlando Suero para 'O Cruzeiro'.
Entonces, Estados Unidos no estaba preparado para este éxito, pero la sucesión de falsos reportajes desacreditando su éxito (se dice que logró congregar a 4.000 personas, 1.000 de ellas no pudieron entrar por aforo completo) no hicieron sino alimentar la leyenda de que la bossa nova había venido para quedarse y Creed Taylor, productor del sello Verve, lo sabía.
Así consiguió reunir a João Gilberto, Tom Jobim y Stan Getz para continuar con esta fiebre, que poco a poco logró introducirse en la sociedad y la cultura estadounidense. Entonces, se comenzó a gestar 'Getz/Gilberto', un álbum que fue grabado en apenas dos días y que logró competir incluso con la denominada British Invasion de The Beatles en 1964, cuando comenzaron su gira al otro lado del océano.
Todo esto viene relatado en 'Amoroso —una biografía de João Gilberto—', publicado recientemente por Libros del Kultrum, donde no falta una de las leyendas que marcó este disco, protagonizada por Astrud Gilberto, la esposa del artista. Nueve años menor que él, le conoció en una fiesta en Copacabana y consiguió participar en algunos encuentros musicales con él antes de llegar, por casualidad, a este álbum.
Teniendo en cuenta que carecía de formación musical, nadie podría creer que su voz sería una de las más reconocibles del álbum gracias a 'The Girl From Ipanema', corte con el que se abre este disco publicado en 1964 e inspirado en una joven llamada Helô Pinheiro, con el que consiguió vender dos millones de álbumes. También prestó su voz en 'Corcovado (Quiet Nights Of Quiet Stars)', otro de los temas más especiales de este álbum, Se desconoce el origen de su participación y la leyenda apunta en dos direcciones, según la versión de Creed Taylor y de la propia Astrud.
Por su parte, el productor del disco dijo que "Astrud fue incluida por la insistencia de Getz. Incluso sabiendo que ella desafinaba, él la quería en el álbum para la versión en inglés de 'Corcovado' y 'Garota de Ipanema'. Para él, la pronunciación de Astrud era muy agradable y le parecía idónea para el disco". Lo cierto es que el hecho de que la cantante hablara y cantara tanto en portugués como en inglés fue la motivación principal de su colaboración en el disco, ya que podría suponer un mayor acercamiento a la cultura anglosajona por cantar en esta lengua.
Mientras, Astrud aseguró que fue su marido quien quiso que participase en la producción. "Solo guardo recuerdos amargos de mi relación con Stan Getz porque él se aprovechó en lo financiero, artístico, profesional y personal. Nunca había cantado profesionalmente antes de grabara 'The Girl from Ipanema'. Fue João Gilberto y nadie más quien me invitó a participar con él en el disco en un ensayo privado con Stan Getz días antes de la grabación", escribió en una carta dirigida al autor de la biografía del músico estadounidense, Donald L. Maggin, en 1994.
Esta versión, en cambio, se contrapone con la que la propia Astrud mantiene en su página web personal, donde asegura que su marido le propuso a Getz que ella participara en la grabación y que este "fue más que receptivo, se entusiasmó diciendo que era una gran idea" "Nunca voy a olvidarme de cuando estábamos escuchando en la cabina técnica la canción que acababa de ser grabada, Stan me dijo con expresión dramática: 'Esta canción te va a hacer famosa'", comentó en una entrevista recuperada en su web.
Independientemente de lo que realmente sucediese, lo cierto es que la gran estrella del álbum fue ensombrecida por el otros aspectos alejados de la cuestión musical, como la enemistad entre su esposo y el saxofonista estadounidense. Lo más curioso de esto es que, a pesar de que 'La chica de Ipanema' se convirtió en la canción más representativa del género, su protagonista fue la peor pagada con diferencia: tan solo recibió 120 dólares por su participación en esta obra. ¿Lo peor de todo? Es que también eso se convirtió en leyenda y, hasta ahora, no se ha sabido cuál fue su compensación económica.
Sin embargo, lo mejor de ello fue, sin duda, que este disco supuso su internacionalización absoluta de Astrud. No solo comenzó una gira junto a Stan Getz, sino que también lanzó disco en solitario poco después del éxito de 'Getz/Gilberto'. Además, se separó de su pareja el mismo año en que se publicaron ambos trabajos y logró convertirse en una estrella internacional gracias a temas como 'Once I Loved', 'Água de Beber' o 'O Morro (Não tem Vez)'.
En esta ocasión, trabajó en los estudios de la RCA de Los Ángeles junto a Creed Taylor y, una vez más, de la mano de Tom Jobin, compositor de las canciones del álbum estrella de Getz y Gilberto, así como Vinícius de Moraes, autor de estas. En definitiva, un despegue casual que la llevó a ser hoy reconocida como la 'reina de la bossa nova' por méritos propios.
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