Así era el piso en el que vivía la reina Letizia antes de casarse con el rey Felipe VI

El 22 de mayo de 2004 una todavía no demasiado conocida Letizia Ortiz se casaba con el heredero el trono, el entonces príncipe Felipe, en la catedral de la Almudena de Madrid vestida con un espectacular diseño de Manuel Pertegaz, ante más de 1.200 invitados. Recordamos que era un día lluvioso, pero metafóricamente, el sol salía desde dentro de la catedral de la Almudena (Madrid) con nuestros actuales reyes recién casados.

La boda se celebró siete meses después de que su pedida de mano hubiera provocado un tsunami mediático en redes, medios y tertulias televisivas. Ahora, 20 años después, la vida de aquellos jóvenes ha cambiado mucho y han decidido celebrarlo con sus hijas, Leonor y Sofía, en un tierno posado familiar que no ha dejado a nadie indiferente.

Sin embargo, hoy vamos a viajar al pasado, a ese 22 de mayo de 2004, día en el que la vida de Letizia Ortiz cambió para siempre, y no solo porque pasase a ser un miembro más de la familia real y futura reina, sino porque dejaba atrás toda su vida como plebeya, incluida, por supuesto, su casa.

Así era el piso de soltera de la reina Letizia

Hasta su compromiso con el entonces príncipe Felipe, Letizia Ortiz vivía en un piso ubicado en el madrileño barrio de Valdebernardo, desde el que iba y venía todos los días a los estudios de Informativos de TVE, donde trabajaba como presentadora. Cuando dejo este piso para irse a vivir a Zarzuela, su hermana Érika, que acababa de romper con su pareja, Antonio Vigo, se mudó allí junto a su hija, Carla Vigo.

Sin embargo, tres años y tres meses después de que Letizia abandonara su piso, el 7 de febrero de 2007, Érika Ortiz era hallada sin vida en su interior. Por supuesto, la noticia fue devastadora para doña Letizia, que además se encontraba en la recta final del embarazo de la Infanta Sofía, por lo que una vez pasado un tiempo prudencial, decidió poner la casa en venta en junio de ese mismo año.

El piso no tardó en venderse, por un valor de 230.000 euros, y los nuevos propietarios (que siempre se han mantenido en el anonimato) la reformaron antes de mudarse allí. A día de hoy es esa misma familia la que vive aún en la que fuera la casa de soltera de la reina Letizia.