¿Qué esconden los gestos de la princesa Leonor durante la ceremonia de entrega de sables?

Un mes después de su ingreso en la Academia General Militar de Zaragoza, la princesa Leonor recibió esta semana su sable de dama cadete en un acto lleno de simbolismo que, sin duda, recordará toda su vida, eso sí, a puerta cerrada y, por lo tanto, sin la presencia de sus familiares. Celebrado en las instalaciones de la academia aragonesa, la princesa Leonor y el resto de sus 600 compañeros de primer curso, recibieron este simbólico sable para escenificar "la relación de compañerismo y tutela que debe existir entre el veterano y el nuevo", según reza la web de la AGM.

En las imágenes distribuidas por la Casa Real, se ve a la princesa desfilar con su uniforme de diario, el cordón de granate y la boina “grancé” que, tanto ella como sus compañeros de primero, recibieron la semana pasada tras superar las pruebas del periodo de adiestramiento en el campo de San Gregorio. Un uniforme que los certifica como combatientes del Ejército de Tierra. Un acto donde, como no podía ser de otra manera, la heredera al trono no pudo evitar su nerviosismo y emoción ante un momento tan especial como este y que estamos seguras que no olvidará nunca. Se trata de un importante paso de su vida castrense, que comenzó el pasado 17 de agosto.

Los mejores gestos de la princesa Leonor durante la entrega de sables

Durante la breve ceremonia, que arrancó con una presentación del general Manuel Pérez López, director del centro, pudimos observar a una Leonor muy concentrada al principio, seria y mirando al horizonte, al igual que el resto de sus compañeros. Seguramente era consciente de que todas las miradas estaban puestas en ella, y por ese motivo se esforzó en ser una más, como lleva haciendo desde que se incorporó a la Academia de Zaragoza.

Después llegaría otro instante emotivo e importante, que es cuando la hija mayor de los Reyes de España recibe directamente el sable de su compañero veterano y pasa a convertirse en dama cadete. Un acto muy simbólico y donde Leonor abrazó a su “padrino”, como muestra de la estrecha relación de tutelaje que tendrán ahora. Como detalle cabe destacar que el rey Felipe VI sigue teniendo amistad con el que fuera su padrino, Eduardo Diz Monje, en la actualidad general de División y jefe de la División de Planes del Ejército de Tierra. De ahí ese abrazo y enorme sonrisa de la princesa ante una persona que, sin duda, formará parte de su vida para siempre.

Abrazos, risas y conexión con sus compañeros militares

Aunque los gestos más llamativos que pudimos ver en la princesa Leonor tuvieron lugar cuando finalizó el acto de entrega de los sables, y donde en algunas imágenes aparece abrazando a sus compañeros, riendo y charlando animadamente. Y es que estamos acostumbrados a que todos los miembros de la Casa Real eviten mostrar sus sentimientos de manera pública, evitando de esa forma los posibles comentarios que ello genere.

Por eso, y sin la rectitud que requiere una cita de estas características, la heredera al trono y sus compañeros compartieron unos bonitos momentos en los que dejaron claro la amistad que se está creando entre todos y lo unidos que están. Esto pone de relieve cómo la princesa Leonor se ha adaptado a la perfección a la que será su vida durante los próximos tres años, ya que su formación continuará en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) y más tarde en la del Aire en San Javier (Murcia), siguiendo así los pasos de su padre hace 38 años.

La siguiente fecha señalada en el calendario de la formación militar de la heredera será el 7 de octubre, cuando jurará bandera junto con los más de 600 alumnos que ingresaron en la academia junto a ella. A continuación, la hija mayor de los Reyes iniciará el segundo curso de su formación en el Ejército de Tierra.