Los momentos más emotivos del rey Felipe y las lágrimas de la infanta Elena en Barcelona 92

Felipe VI y la Infanta Elena se convirtieron el foco de todas las miradas durante los Juegos Olímpicos celebrados en España.

La infanta Elena y Victoria Federica en primera fila para celebrar la Eurocopa

La infanta Elena emocionada en la inauguración de Barcelona 92
La infanta Elena emocionada en la inauguración de Barcelona 92 / Gtres

Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 fueron un hito histórico para España, no solo por la impecable organización y el éxito deportivo, sino también por los momentos cargados de emoción que se vivieron. Entre los protagonistas de estos momentos destacados estuvieron el rey Felipe VI y la Infanta Elena, quienes jugaron un papel importante durante el evento y dejaron recuerdos imborrables.

La participación del (entonces) príncipe Felipe

El, por aquel entonces, príncipe Felipe, entonces de 24 años, no solo asistió a los Juegos Olímpicos como espectador y representante de la familia real, sino que también participó activamente como deportista. Felipe, un apasionado de la vela, compitió en la clase Soling junto a Fernando León y Alfredo Vázquez. Aunque no lograron subir al podio, la participación del rey Felipe VI fue un motivo de orgullo y demostró su compromiso con el deporte y los valores olímpicos. Su presencia en las competiciones fue un incentivo para el equipo español y un símbolo de la implicación de la realeza en los eventos deportivos nacionales.

Freddy Mercury y Monserrat Caballé en el concierto previo a Barcelona 92

Freddy Mercury y Monserrat Caballé en el concierto previo a Barcelona 92

/ Gtres

No solo eso, sino que tuvo el orgullo de ser el abanderado de la expedición española en estos juegos.

El apoyo incondicional de la Infanta Elena

Por otro lado, la Infanta Elena, conocida por su entusiasmo y apoyo a los deportistas, se convirtió en una figura destacada en las gradas. Su constante presencia en diversas competiciones para animar a los atletas españoles, la convirtió en una de las figuras más queridas por el público. Su emoción y alegría al celebrar las victorias y su empatía durante las derrotas no pasaron desapercibidas.

La Infanta Elena demostró ser una auténtica embajadora de la pasión deportiva, apoyando no solo a su hermano sino a todos los deportistas que representaban a España.

El entonces príncipe Felipe en Barcelona 92

El entonces príncipe Felipe en Barcelona 92

/ Gtres

Síguele la pista

  • Lo último