Se desvela la prohibición del rey Carlos III a Meghan Markle y Kate Middleton cuando murió Isabel II

Es sabido que los rifirrafes entre los miembros de la familia real británica llevan existiendo tantos años que incluso han sobrepasado a varias generaciones. Si bien se pudo llegar a creer que el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III, así como de la duquesa de Sussex Kate Middleton, iba a lograr un acercamiento entre los Windsor y el matrimonio formado por Harry y Meghan Markle, esta afirmación está muy lejos de ser cierta. Sobre todo en lo respecto a la exactriz.

Al doble diagnóstico de cáncer se ha sumado la baja temporal de la reina Camilla a causa de una infección pulmonar. Aunque podría parecer que la peor época de la familia comenzó con el fallecimiento de la reina Isabel II, la historia viene de lejos. En el mismo seno de los Windsor hay una visible mala relación entre Carlos III y su hermano Andrés de Inglaterra desde que el segundo decidió mantenerse en Royal Lodge. El monarca ha dejado claro que no le quiere allí, pero Andrés se agarra a su derecho de arrendamiento hasta 2078.

La preocupación va más allá de la falta de conexión entre los hermanos, pues desde hace un tiempo, las hijas del duque de York se turnan cada fin de semana para estar con su padre por su mal estado anímico. La prensa británica ha sacado a relucir otro enfrentamiento desconocido hasta ahora. Desde que Harry y Meghan se mudaron a Estados Unidos en 2020, los lazos han sido cada vez más débiles y este nuevo dato así lo demuestra. La tensa relación entre Markle y el actual monarca no se destensó ni siquiera en el lecho de muerte de la reina Isabel II.

La prohibición de Carlos III que ha salido a la luz

El medio británico Express ha recogido que el rey Carlos III prohibió a Meghan Markle junto a su marido que se trasladaran hasta el castillo de Balmoral el mismo día del fallecimiento de Isabel II. Esta información llegó hasta la pareja cuando ya había aterrizado al Reino Unido tras conocer el delicado estado de salud de la reina. Comenta que cuando una buena parte de los miembros de la casa real se encontraban ya en Escocia, otros quisieron acercarse a Balmoral para darle el último adiós, entre ellos los príncipes Guillermo y Eduardo o Harry.

"A pesar del deseo expreso del príncipe Harry de que su mujer viajara con él a Balmoral, su padre le desalentó en sus intenciones", han asegurado desde Express. Fue durante una conversación telefónica cuando el duque de Sussex trasladó a su progenitor sus intenciones. Su respuesta fue rotunda y Harry "enfureció", y, pese a que al principio no quería aceptarlo, no tuvo más remedio que hacerlo. Además, le fue más fácil cuando supo que la mujer de su hermano mayor, Kate Middleton, tampoco acudiría.

En muchas ocasiones se ha hablado de que el hijo pequeño de Carlos III y Lady Di era el favorito de su abuela y su relación era muy estrecha. Desde el mismo medio cuentan que, aunque Harry se dio toda la prisa que pudo para despedirse de ella, cuando llegó ya había fallecido. En sus memorias 'Spare', Harry menciona este suceso: "Dijo que yo era bienvenido en Balmoral, pero que no la quería a ella. Empezó a exponer sus razones, que eran absurdas e irrespetuosas, y yo no lo acepté". Aun así, Express asegura que el monarca se disculpó y dijo tajantemente que no iría ninguna de las dos esposas.