Así es el Palacio de la Zarzuela por dentro: los vestidos de Letizia en el sótano y el dormitorio de Felipe

Una casa tiene que convertirse en hogar, y eso es una afirmación que cualquier persona lleva a la práctica, incluso los reyes de España. Conocemos de sobra las estancias del Palacio de la Zarzuela en las que los monarcas reciben a sus invitados y hasta donde el resto de habitantes españoles podríamos llegar a entrar en algún momento concreto. Pero solo unas pocas personas, como trabajadores, amigos muy cercanos o familia, han podido visitar las estancias más privadas del Pabellón del Príncipe.

Desde el año 2002 no ha habido ninguna apertura de puertas para mostrar qué se esconde tras esos desconocidos muros. La vivienda de más de 1.800 metros cuadrados ha sido reformada en varias ocasiones, pero la esencia se ha mantenido igual desde la primera gran transformación. Para decorarla en los años 2000 se celebró un concurso en el que se invitaba a participar a todos los interioristas que lo desearan. El proyecto de Francisco Muñoz y Patricia Sanchiz Castañé fue el que salió vencedor.

Tal y como cuenta Sanchiz Castañé a Vanity Fari, su compañero se encargó de la planta superior, donde se encuentran los dormitorios y salas de uso privado, y ella de la planta oficial, la que conoce la gente de a pie por las imágenes difundidas. La residencia real se ubica muy cerca del Palacio de la Zarzuela, donde tienen lugar las cenas de gala, actos oficiales, ruedas de prensa y demás eventos. Don Felipe ideó hasta el mínimo detalle de la distribución y decoración de su casa donde ahora vive solo junto a Letizia.

Las habitaciones privadas de los reyes

Al entrar a la casa nos topamos con el despacho del rey, el de su ayudante, una sala de espera y una biblioteca. Todo esto está pensado para tener la zona de trabajo bien separada de la vivienda y así poder desconectar en el momento que prefiera. En esa misma planta hay una habitación con aseo, comedor y cocina que no es la de Felipe VI. La suya está en la planta superior, junto a las de su mujer y sus hijas. En total, arriba encontramos la habitación del rey, otros tres dormitorios y otro despacho.

Los aposentos del monarca presentan unas dimensiones impresionantes que bien podrían ser las de una única casa: 110 metros cuadrados repartidos en dormitorio, dos vestidores y dos baños. El cuarto privado de Letizia también se encuentra en esta planta y contiene un enorme vestidor con una parte abierta, de baldas, barras y perchas, en el que guarda todas las prendas que ha lucido en actos oficiales o privados. Todos sus diseños los organiza cromáticamente y separa de estos los zapatos, bolsos y resto de accesorios.

El semisótano está destinado al servicio y al almacén. En él se abre paso la cocina principal, así como las habitaciones para los trabajadores del servicio. Y en el sótano se esconden los vestidos de Letizia, bien resguardados y con unas mejores condiciones de temperatura. El gran tamaño de la vivienda permite a los reyes contar con una gran intimidad, aunque también comparten zonas como los impresionantes jardines exteriores, en los que se extienden una pista de tenis, piscina de 180 metros y hasta una ermita.