Con apenas poco más de 20 años, Dabiz Muñoz comenzó a construir la vida llena de aventuras que lo ha convertido en uno de los chefs más destacados del mundo. Aunque hoy es reconocido por su éxito en la gastronomía y su relación con Cristina Pedroche, madre de su hija Laia, su camino al estrellato comenzó mucho antes, acompañado por quien fue su primera gran inspiración: Ángela Montero.

Montero, una reconocida bailarina, dejó su pasión por la danza en 2007 para apoyar a Dabiz en su aventura hostelera. Juntos dieron vida a DiverXO, un restaurante que arrancó como un proyecto modesto y alcanzó la cima con tres estrellas Michelin. Sin embargo, tras más de una década de relación, firmaron el divorcio en 2013, un suceso que sorprendió a muchos en su círculo cercano.

El ascenso y el inesperado final

La historia de DiverXO y su éxito va de la mano de su matrimonio. Dabiz fue nombrado "Cocinero Revelación" en Madrid Fusión al año siguiente de abrir su restaurante, y en 2009, se trasladaron a un local más grande con el apoyo financiero de los padres de Ángela. Allí llegó la primera estrella Michelin, seguida por la segunda en 2011 y finalmente la tercera, justo antes de su separación. Las razones del divorcio nunca fueron reveladas.

Mientras Dabiz buscaba nuevas inspiraciones por el mundo, Ángela se alejó de la hostelería para retomar su pasión por el deporte. En Madrid, abrió Estudio A, un espacio dedicado al método pilates. Aunque también compartió su interés por la alimentación en redes sociales, lo hizo desde un perfil privado, marcando distancia del foco mediático.

Cristina Pedroche y la complejidad de un genio

Un año después del divorcio, Dabiz conoció a Cristina Pedroche, quien se convertiría en su esposa y madre de su hija. Aunque forman una de las parejas más mediáticas, Pedroche reveló en el pódcast La fórmula del éxito que el chef enfrenta una lucha interna constante: "Es una persona insatisfecha de por vida, infeliz. Solo encuentra momentos de felicidad cuando corre, cuando baña a nuestra hija o cuando estamos en un restaurante especial".

Hoy, tanto Dabiz como Ángela viven caminos separados, pero ambos comparten el sello de la pasión y la dedicación que los llevó a destacar en sus respectivos mundos.