Las lágrimas de Mery Perelló en la eliminatoria de Rafael Nadal en Australia

No pudo ser. Rafa Nadal, el actual número 2 del mundo del tenis, tuvo que retirarse este miércoles en la segunda ronda del campeonato en el que partía como favorito, el Open de Australia, a causa de un dolor intenso en la cadera que sufrió cuando disputaba un partido contra el estadounidense Mackenzie McDonald, y bajo la atenta mirada de su mujer, Xisca Perelló, su hermana, María Isabel Nadal, y su madre, Ana María Parera, que observaban todo desde la grada.

Más tarde, visiblemente afectado, el manacorí expresaba en una rueda de prensa cómo se sentía y qué había ocurrido. "No puedo decir que no estoy mentalmente destrozado porque estaría mintiendo", indicó, intranquilo por esa nueva lesión que esperaba que "no sea nada grave" ni algo que le aleje mucho tiempo de las pistas. Y que ocurre después de un año 2022 difícil para el deportista a causa de una rotura en el recto abdominal que le obligó a retirarse de Wimbledon y renunciar al Masters 1.000 de Canadá y al US Open.

"Es un momento duro y toca aceptarlo", señaló, explicando que cuando sintió ese dolor agudo durante el encuentro, comprendió que todo había acabado.

La preocupación y tristeza de Rafa Nadal también fue reflejada por su esposa, María Francisca Perelló, popularmente conocida como 'Xisca', que no pudo evitar las lágrimas al final del partido, consciente de la frustración y desánimo de su marido. Ataviada con una camiseta blanca y una cazadora vaquera, fiel a su estilo 'casual' y chic, Xisca trató de disimular su llanto con una sonrisa cuando su cuñada, María Isabel Nadal, la miró, comprensiva y seria.

Por otro lado, Xisca Perelló y Rafa Nadal atraviesan un momento dulce. Hace tres meses, dieron la bienvenida a su primer hijo. Aunque el embarazo de Xisca no fue fácil y esta tuvo que permanecer ingresada en el último trimestre para estar bajo vigilancia médica, todo resultó bien y el pequeño Rafael nació en octubre pasado.

En alguna ocasión, Rafa Nadal insinuó que cuando tuviera su primer hijo, las prioridades en su vida cambiarían e, incluso, sugirió, podría pensar en la retirada para disfrutar del máximo tiempo con el pequeño. Esta retirada, sin embargo, aún no tiene fecha.