Trucos para acabar con el cuero cabelludo sensible
El estrés, la contaminación o una dieta desequilibrada son tres enemigos para el cabello que repercuten negativamente en su salud.
El cuero cabelludo, al igual que otras partes de la piel del cuerpo, está expuesto a agentes dañinos que pueden acabar irritándolo. El estrés, la contaminación, una dieta desequilibrada o el uso de productos demasiado agresivos son algunos de los factores que pueden dañarlo y provocar irritación o incluso la presencia de caspa.
La exposición diaria a estos factores puede generar una mayor sensibilidad en el cuero cabelludo alterando, por ejemplo, el proceso de secreción de sebo de manera que aparezcan incómodos picores. Además, este desequilibrio provoca que las células de la piel se regeneren más rápidamente de forma que aparezca la temida caspa.
La dieta también puede ser una mala consejera en temas capilares. Una alimentación falta en vitaminas y con exceso de grasa se traduce en un cuero cabelludo más seboso y un pelo pagado y debilitado. Por ello, es importante que, además de usar productos específicos, también cuidemos la salud capilar desde dentro.
Que la piel de la cabeza nos tire o nos moleste al tocarla son los primeros signos de alarma ante los que tenemos que ponernos en acción. Más aún, teniendo el verano a la vuelta de la esquina, ya que es entonces cuando más sufre el cabello debido a la exposición solar, el salitre, el cloro… Para recuperar la salud capilar y devolver al cabello su máximo brillo y fuerza, los expertos capilares de Leonor Greyl nos dan cinco sencillas claves:
1. Es importante que tanto pelo como cuero cabelludo estén completamente empapados antes de aplicar el champú. Esto permite arrastrar y eliminar mejor tanto las células muertas de la piel como las partículas de caspa.
2. Al lavar, emulsiona el champú poco a poco, de forma progresiva, mientras masajeas el cuero cabelludo con las yemas de los dedos. Se deben dedicar a ello al menos de 2 a 3 minutos. Si este paso se realiza demasiado rápido, no se desprenderán bien ni las células muertas ni la caspa, y lo harán durante el secado.
3. Se debe aclarar, aclarar y aclarar. Es importante usar abundante agua para asegurar que se eliminan todos los residuos y garantizar el efecto limpiador del champú. Este gesto ayuda a evitar la permanencia de restos y picores.
4. Caroline Greyl, presidenta de Leonor Greyl, recuerda la importancia de evitar productos demasiado fuertes. “Pueden agredir el equilibrio del cuero cabelludo y provocar una secreción anormal de sebo. ¡Un champú no necesita hacer mucha espuma para ser eficaz!”, recuerda.
5. Una vez por semana, aplica un tratamiento calmante que reduzca la inflamación del cuero cabelludo y equilibre y normalice el área.
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