El verano es la época de disfrutar del sol, la playa o la piscina, pero también es aquella en la que el cabello se ve más dañado. Los rayos UV, el cloro y la sal del mar son factores que contribuyen a la sequedad, la pérdida de luminosidad y el deterioro del color del cabello. ¿Cómo hacerle frente? Optando por una rutina capilar idónea puedes volver a lucir una melena sana y radiante en un abrir y cerrar de ojos y comenzar la rentreé como nueva. En la que no puede faltar un champú específico para tu tipo de cabello, un acondicionador o una mascarilla hidratante y, por supuesto, un buen aceite capilar.

"Los aceites capilares aportan múltiples beneficios al cabello y ofrecen diferentes acciones en función de los ingredientes que lo componen: desde hidratación y nutrición, hasta reparación de puntas abiertas, protección y control del encrespamiento", apuntan los expertos de Hask, marca líder en cuidado capilar. Ahora que ha concluido el verano para muchas es fundamental, aunque su uso es recomendable para todo el año. "El cabello está expuesto a varios factores que pueden alterar su salud y apariencia: estrés medioambiental, calor térmico de las herramientas de secado y peinado, e incluso con el propio crecimiento del cabello va perdiendo sus propiedades naturales; es por eso que los aceites nos ayudan a aportar al cabello lo que necesita", añaden.

¿Cómo y cuándo debe usarse? El aceite capilar puede usarse tanto con el pelo seco como húmedo. "En el caso del primero, aplicado en seco para proporcionar un mayor brillo, en cambio, aplicado en el cabello recién lavado y húmedo ayuda a controlar el encrespamiento y a protegerlo del calor térmico durante el peinado", señalan los expertos, que recalcan la importancia de "usarlo de medios a puntas y controlando muy bien la cantidad que se aplica, empezando por 1-3 gotas e ir añadiendo más en caso necesario", aunque la cantidad siempre dependerá de la longitud del cabello.

Lejos de lo que podría creerse, el aceite también es recomendable para cabellos grasos, aunque desde Hask recomiendan hacerlo por la noche y sobre el cabello húmedo tras el lavado. "Dejar actuar toda la noche y por la mañana enjuagar", apuntan. Dado que existen muchos aceites (de coco, de argán, de aceite de oliva, de manteca karité, de almendras, etc.) la clave es elegir justamente el aceite que tu cabello necesita.

Los aceites para el cabello que SÍ funcionan

Argan Oil Repairing Hair Oil de Hask

Este aceite capilar ligero y sin alcohol se absorbe instantáneamente para proporcionar un brillo sin frizz y sin dejar residuos grasos. Además, está enriquecido con ácidos grasos esenciales y penetra en el cabello para restaurar el brillo y proporcionar resultados suaves y sedosos en cabello seco y dañado. 

Aceite capilar de Ouai

Un aceite multifunción que alisa el cabello encrespado y cierra las puntas abiertas, para un acabado superbrillante y extrasuave. Enriquecido con aceites de galanga africana, de almendra y de borraja asiática, mantiene el color y protege el cabello de los efectos del calor.

Huile Originale Elixir Ultime de Kérastase

Es un aceite sublimador versátil y sin aclarado. Su nueva fórmula contiene camelia francesa y camelia silvestre seleccionadas a mano. Se presenta en un formato recargable y sostenible, que garantiza un rendimiento avanzado en todo tipo de cabello. Con su textura ligera, protege el cabello, dejándolo más suave, sedoso y brillante.

Aceite Concentrado Metal Detox de L"Oréal Professionnel

Este Aceite Concentrado Metal Detox no solo repara el cabello dañado, sino que también combate el encrespamiento y protege el color del deterioro causado por altas temperaturas.

Smoothing Oil-Infused Leave-In Concentrate de Kiehl's

Este tratamiento capilar suavizante con aceite de argán y aceite de Babassu envuelve el cabello en un aroma amaderado a la vez que ayuda a suavizar el encrespamiento y a potenciar el brillo. Para todo tipo de cabellos que busquen un tratamiento de acabado ligero, que aporte brillo y prevenga el pelo encrespado y la humedad.