Paula Echevarría sabe que el flúor también puede ser para vestidos de invitada
Olvídate de suaves pasteles o de clásicos como el negro, esta primavera a las bodas acudirás con los tonos neón como protagonistas y el look de la actriz así lo demuestra.
Quién pensó que el flúor había pasado a mejor vida estaba muy equivocado. Pero quien confió en ellos exclusivamente en un contexto informal también lo estaba, porque ya hemos tenido varios ejemplos claros de que su uso puede extenderse también a otros ámbitos hasta ahora inexplorados. Zendaya, por ejemplo, demostró recientemente que un traje rosa en una tonalidad neón podía ser una opción genial para pisar una alfombra roja; y Paula Echevarría nos acaba de dejar claro que esta misma gama de colores también puede servir para teñir vestidos con los que acudir a otros eventos como invitada.
La actriz se presentó junto a su pareja Miguel Torres en el cumpleaños de la influencer Marta Carriedo con un diseño en el que el rosa y el amarillo en versión fluorescente son los protagonistas, y al verlo no nos ha quedado ninguna duda de que podría ser también una alternativa que funcionará igual de bien para asistir, por ejemplo, a una boda esta primavera.
Lo original del vestido de la intérprete es la manera en la que ha tomado un estampado tradicional como es el conocido como pata de gallo y lo ha transformado por completo al volverlo más grande y dejando que sean los tonos flúor mencionados los que aparezcan. Lo hacen sobre una prenda de manga larga, gran abertura en la falda y otras vertical en el escote antes de cerrarse por completo en el cuello que dan como resultado una pieza que propone algo diferente a lo habitual.
Es el joven creador Andrés Pozuelo, fundador del sello Andrew Pocrid, quien está detrás de esta pieza que se vende por 780 euros en su tienda online y que tiene también una adaptación mini con el mismo print.
Nuevo diseñador favorito
No es esta la primera vez que Paula Echevarría apuesta por el trabajo de este diseñador de origen cordobés. En la pasada edición de los Premios Goya, la actriz ha decidió confiar en su buen hacer con una creación completamente diferente a la que ha lucido este fin de semana, ya que entonces se trató de un vestido negro con escote palabra de honor y un hipnótico efecto abanico en la parte delantera que se completaba con una fina línea de strass que recorría el diseño desde la parte frontal hacia atrás.
En ambas ocasiones el complemento fueron unas sandalias negras de la marca española Lodi, aunque lo que sí ha cambiado han sido las joyas, ya que para acompañar el vestido a todo color prefirió unos pendientes largos en cascada repletos de brillos obra de Fetiche Suances.