Kim Kardashian, Kanye West y Balenciaga: cómo un divorcio se convirtió en el mejor escaparate de moda

Una imagen puede decir más que mil palabras. Quizás por eso la (ex)pareja más mediática de Estados Unidos haya decidido pronunciarse sobre su separación (y sus nuevas ilusiones románticas) a golpe de looks virales.

Después de 14 años protagonizando un 'reality' familiar, la línea que separa la realidad de la ficción en la vida de Kim Kardashian resulta tremendamente difusa. Y, desde que anunció su divorcio de Kanye West el pasado febrero, la empresaria no ha hecho más que confirmarlo a base de looks que hablaban por sí mismos y con un denominador común: Balenciaga, la casa que firma prácticamente todas sus últimas apariciones y que ha vestido algunos de los momentos clave de su separación del rapero.

Balenciaga | Stef Mitchell

Su idilio con la marca de lujo capitaneada por Demna ha alcanzado un nuevo nivel esta misma semana cuando, después de borrar todas las publicaciones de su perfil de Instagram, Balenciaga presentaba a la más famosa del 'klan' como su nueva musa e imagen de marca. Y esto, inevitablemente, nos lleva a preguntarnos qué porcentaje de lo que hemos visto en los últimos meses forma parte de una estrategia marketiniana tan bien integrada en su día a día que habría llegado a convertirse casi en la vida real.

La ruptura de Kim y Kanye o la nueva era de Balenciaga

Todo comenzó en verano cuando, ya divorciados, Kim y Kanye recrearon una boda ficticia durante un acto de promoción del último proyecto musical del cantante. Como si avanzara hacia un altar, la novia caminó con paso solemne y un velo semitransparente, luciendo un vestido de la primera colección de Alta Costura de Demna para Balenciaga.

Tan solo un mes después, la influencer iba un paso más allá protagonizando una de las imágenes que quedará para la historia de la moda: su llegada a la Gala MET 2021 enfundada en un ajustado traje negro que, irónicamente, pese a cubrirla por completo de la cabeza a los pies (cara incluida), la hacía inconfundible. Que su curvilínea silueta sea suficiente para ser reconocida, fue una demostración de poder. Sobre todo después de que se desmintieran los rumores que señalaban a su exmarido como su misterioso acompañante de la noche para confirmar que se trataba precisamente del diseñador Demna.

Getty

También él fue el responsable de su 'outfit' la noche que recogió el Premio de la Moda en la ceremonia de los People's Choice Awards y de todos sus conjuntos en su debut como invitada en el programa 'Saturday Night Live', cuando se ganó a la audiencia con un ácido monólogo con el que demostró, una vez más, dominar a la perfección todo lo que rodea a su imagen pública. "Me casé con el mejor rapero de todos los tiempos. No solo eso, es el hombre negro más rico de Estados Unidos, un genio legítimo y talentoso, que me ha dado cuatro hijos increíbles", aseguró durante aquella intervención.

@TheHapaBlonde | SplashNews.com

Pero Balenciaga no solo la ha acompañado en alfombras rojas y grandes eventos en los últimos meses, sino también en momentos tan cotidianos como sus salidas por Nueva York o cuando publicó en Instagram que había aprobado su examen de derecho.

Esta alianza podría suponer un punto de inflexión en el estilo de Kim Kardashian, considerada uno de los grandes iconos de la última década, tanto como su nueva relación sentimental con el humorista Pete Davidson. Y es que, para muchos, en los últimos años la estética de la estrella ha estado capitaneada por quien ha sido su pareja, al ella misma ha agradecido públicamente que la introdujera en el mundo de la moda.

Cuando se conocieron Kanye limpió su vestidor (literalmente) en un proceso que quedó documentado por 'Keeping Up With the Kardashians'. Ahí terminó definitivamente la etapa de los chándales de Juicy Couture y la logomanía que la había definido hasta entonces y arrancó una nueva era en la que ha logrado alzarse como reina de los vestidos ceñidos, abanderada de las mujeres con curvas y, por supuesto, rostro visible de Yeezy, la marca del propio West. Así que, ¿qué vendrá ahora?

Julia Fox, un nuevo lienzo de moda para West

Tampoco podemos pasar por alto el evidente cambio que ha sufrido el armario de Julia Fox, la última invitada a esta ecuación tras confirmarse (looks mimetizados mediante) su romance con el artista. Al igual que ocurrió en sus brevísimos escarceos amorosos con Irina Shayk y la modelo Vinetria, los paparazzis ya han captado a la nueva pareja vistiendo de arriba abajo piezas de Balenciaga en diferentes ocasiones.

Kanye West y Julia Fox en la 'front row' de Kenzo, en París.

/ Victor Boyko

Esto podría entenderse como un gesto de amistad entre Kanye y Demna (ambos preparan una cápsula colaborativa para el próximo junio), pero también como un intento de transformar a la actriz en una versión de su ya exmujer. El proceso no sería difícil: Julia es una fiel admiradora de las Kardashian-Jenner, tanto, que incluso participó como modelo para una campaña de Skims, la enseña de ropa interior de la propia Kim.

Sin embargo, ahora que ésta se ha consolidado como imagen de Balenciaga, el futuro de la nueva ilusión romántica de Kanye podría moverse hacia otros derroteros en cuestiones de moda. Solo así se explicaría que su segunda cita haya sido el escenario de un editorial de moda, con una apasionada sesión de fotos y una narración con todo lujo de detalles escrita en primera persona para la revista 'Interview'.

Según cuenta la joven, Ye (que es como quiere que le llamen ahora) la sorprendió llenando de ropa la suite del hotel en la que habían quedado. Lo que no explicaba es que los burros iban cargados de prendas vaqueras de Diesel, marca de la que ella fue imagen en la última temporada y de la que no se separa desde entonces.

La acción está siendo rentable. Según estima Launchmetrics, solo entre el 4 y el 10 de enero, Julia y Kanye generaron un impacto de 161.000 dólares gracias a las 59 apariciones vestida con esta marca de las que ella se ha encargado de dejar constancia en stories. Si ha sido por un compromiso contractual, es, por ahora, un misterio.