Charlène de Mónaco, más elegante que nunca, con un poderoso vestido rojo de Louis Vuitton
Con motivo de la cena de gala del Gran Premio de Mónaco, la esposa del príncipe Alberto ha lucido una impresionante pieza de la marca francesa.
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No hay ninguna duda de que el rojo es uno de los colores favoritos de las 'royal'. Lo comprobamos este fin de semana cuando la reina Letizia eligió un traje de dos piezas de Mango para el Día de las Fuerzas Armadas, celebrado en esta ocasión en su ciudad natal, Oviedo, y lo hemos reconfirmado una segunda vez hace tan solo unas horas con el último look con el que Charlène de Mónaco nos ha sorprendido. El Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco y, concretamente, su respectiva cena de gala presidida por ella y por el príncipe Alberto fue el acto donde pudimos ver a una impresionante Charlène, enfundada en un vestido rojo que le sentaba como un guante y con el que logró dejar boquiabiertos a todos los presentes.
Con este estilismo, Charlène de Mónaco vuelve a coronarse como una de las 'royal' más elegantes al mismo tiempo que lo ha convertido en uno de los más especiales y destacados de todo su repertorio.
El vestido en cuestión es una creación de Louis Vuitton, firmada por Nicolas Ghesquière, que no solo llamaba la atención por su potente tonalidad, sino por la pieza de cristales brillante que deja al descubierto sus hombros y eleva la pieza (y el look en general). Alberto de Mónaco, por su parte, quiso hacer un tierno guiño luciendo una pajarita también en rojo, a juego con el vestido de su mujer.
Para completar dicho estilismo, la princesa de Mónaco optó por unos pendientes tipo botón con los que brilló aún más (si es que era posible) y un bolso tipo 'clutch' con detalles dorados de la firma francesa con su respectivo logo a la vista. Charlène de Mónaco lució además un maquillaje de lo más natural y luminoso y su melena corta peinada hacia un lado.
Tan solo unas horas antes de este gran momento, durante la carrera de Fórmula 1, la princesa de Mónaco volvió a lucir un estilismo impecable, algo más rebajado que el de la cena de gala, pero muy elegante. Volvió a confiar en la que aparece haberse convertido en su firma de confianza y esta vez lo hizo con un mono azul tipo traje.
Dicha pieza destacaba por su cuello de solapas y sus botones a la altura de la cintura que marcaban su figura. Pero no fue solo el mono lo que firmaba Louis Vuitton, sino también las gafas de sol, los zapatos de tacón 'kitten' y hasta los pendientes. Un 'total look' de la 'maison' francesa con el que Charlène de Mónaco nos adelanta que probablemente seguiremos viéndola con estilismos de la marca. ¡Y no nos puede gustar más!