Meg Ryan, la primera 'novia de Hollywood', cumple 60 años
Del orgasmo más famoso del cine a su retirada como actriz: repasamos la vida de la reina de las comedias románticas de los 90.
Es imposible hacer un repaso por las comedias románticas más famosas de la década de los 90 sin encontrarse con el trabajo de Meg Ryan, pues no solo fue la época dorada de su carrera, sino también la década en la que fue considerada por la industria como la novia de Hollywood. No había director que no quisiera rodar con ella y, aunque no podemos repasar todos sus éxitos, películas como 'Tienes un e-mail' o 'Cuando Harry encontró a Sally' se han convertido ya en auténticos clásicos del cine.
Fue precisamente una escena en este último film la que le lanzó al estrellato, concretamente la del orgasmo fingido, tras la que pasó de ser una debutante en el mundo de la interpretación a la actriz más querida de Hollywood.
Sin embargo, hoy está muy lejos de ser esa treintañera que enamoró al mundo con sus películas y su abuso del bisturí y su declive en el cine la han llevado a retirarse definitivamente como actriz. Pero eso no significa que no tenga éxito en sus negocios porque hoy, a sus 60 años recién cumplidos, sigue amasando una fortuna gracias a su instinto para el mercado inmobiliario.
Los genes de la interpretación, sin embargo, no se quedaron en ella, y ahora es su hijo mayor, Jack Quaid, el que ha tomado el relevo en la familia. Si has visto la trilogía de 'Los juegos del hambre' seguro que te suena su cara, ya que fue el proyecto en el que debutó, y ahora participa en la serie de Amazon Prime 'The boys', donde persigue superhéroes en cada capítulo.
Seguramente, tanto él como su hermana, la hija menor de Meg, tendrán preparado un cumpleaños muy especial para su madre con el que celebrar esta fecha tan señalada. La parte buena es que, gracias al buen ojo de Ryan para los negocios inmobiliarios, podrán elegir en cuál de sus múltiples casas le preparan la fiesta.
La decoración de interiores es una de sus pasiones y, desde que se retiró definitivamente del cine en 2015, se dedica a comprar casas que luego hace reformar a su gusto para revenderlas a un precio mucho mayor, sacándole un buen pellizco a cada venta. La última de ellas fue una mansión en el elitista barrio de Montecito, donde viven, entre otras muchas celebrities, Meghan Markle y el príncipe Harry. La casa, que compró poco antes de la pandemia, la vendió un año más tarde sacándole un beneficio de 8,3 millones de dólares (7,3 millones de euros) que invirtió en otra casa en el mismo barrio, donde ahora vive.