Hiba Abouk: "No pienso volver a la televisión en un tiempo"

Más allá del elegante vestido negro con ribetes blancos que se estrecha marcando la cintura y las caderas ("Es de Victoria Beckham, sus trajes sientan muy bien", confiesa), sobresale la mirada oceánica. Uno de los rasgos por los que Hiba Abouk se ha convertido en el rostro de moda de la televisión y en cotizada musa de revistas de belleza.

Detrás, un discurso que prefiere ahondar en la realidad de las jóvenes de familias árabes que habitan en España –y que ella, de origen tunecino, entiende bien- que en la historia de amor desbordante que vive Fátima, su personaje en la ficción ‘El Príncipe’, con el actor Álex González. "El amor a veces triunfa y otras, no", responde lacónica cuando se le pregunta por el desenlace de la serie, que comienza a emitir sus últimos episodios. Y que ha grabado cuatro finales para que, según sus responsables, el definitivo no se filtre y constituya una gran catarsis. Sobre esto y otras cosas hablamos con la protagonista femenina de la ficción que tiene enganchados a cinco millones de televidentes.

'El Príncipe' se acerca a su final...

Rodamos los últimos capítulos en junio y esos días nos reíamos mucho, estábamos como flanes. No sabíamos si por las secuencias, que incluían situaciones al límite, o porque sabíamos que nos estábamos despidiendo.

¿Será una despedida dolorosa?

'El Príncipe' ha sido un viaje maravilloso y un punto de inflexión importantísimo en mi carrera. Me ha dado la oportunidad de darme a conocer y demostrar que podía hacer un trabajo en la televisión, que es algo diario y muy duro.

¿Y ahora?

Voy a empezar a rodar una película, una comedia de Pascal Jongen, 'Una para cuatro'. Esa 'una' soy yo pero de los otros cuatro no puedo hablar porque alguno tenía problemas de fechas.

¿Qué salto para ti es el cine?

 Es lo que me apetecía más en este momento y era mi asignatura pendiente. Además, se trata de una comedia. Llevaba ya dos años de dramón con ‘El Príncipe’ y necesitaba hacer otros registros. Me encanta hacer reír. Así empecé en la televisión. Pero a la tele no pienso volver en un tiempo. De las ofertas que reciba, valoraré sobre todo las de cine y teatro.

¿Qué te llevas de Fátima, tu personaje de ‘El Príncipe’?

Es bonito el conflicto que tiene entre la rebeldía y su tradición musulmana. Su conflicto vital y amoroso tiene también que ver con esa dualidad.

¿Y de la serie?

La prensa se hizo eco de que en Ceuta, a raíz de la serie, algunas chicas habían empezado a llevar el velo descubriendo más la cara y el cabello. Y a través de las redes sociales me han escrito muchas jóvenes musulmanas dándome las gracias por haberles dado voz. Hay una comunidad árabe y musulmana muy importante en España cuyas jóvenes nunca se ven reflejadas en la televisión. El hecho de que de repente te represente en la tele una chica moderna es importante. Al resto, la ficción les ha proporcionado otra visión de la gente de origen árabe, que ha estado muy estigmatizada. Creo que ha abierto mentes.

Y tú, ¿eres más de tradiciones o de romperlas?

Las tradiciones son bonitas, hay que conservarlas pero sabiendo en qué año estamos viviendo. Hay que tenerlas presentes pero adecuarlas al día a día. Llevo mis orígenes muy bien, mejor que Fátima.

¿Qué broche final le pondrías a la serie?

Antes de conocer los cuatro finales que hemos rodado, dije que debían morir todos. Vengo del teatro y me gustan las tragedias. Pero los desenlaces que se han escrito después superan mucho lo que yo había ideado.

'El Príncipe' te ha dado mucho. ¿Qué te ha quitado la fama?

No he dejado de hacer nada en mi vida diaria. Sigo cogiendo el metro y haciendo lo que me parece. Aunque a veces evito situaciones.

¿Por ejemplo?

Si vas a una fiesta no te vas a poner en el centro dándolo todo, aunque te apetezca. Te pones a un ladito para no llamar la atención. Han variado las cosas.

¿Cómo ha sido trabajar con Álex González? Muy bien. Hemos tenido mucha relación porque es con quien más planos comparto. Nos tomamos el pelo todo el rato, ¡con Álex es imposible no hacerlo!

Desde junio, cuando empezaron sus vacaciones, hasta ahora has llevado una vida intensísima, según tu Instagram

Y no cuento en Instagram todo lo que hago, que si no… He ido un mes a Nueva York, he estado en París, Turquía, Florencia… También he aprovechado para hacer seminarios de interpretación y reciclarme un poco. Necesitaba salir del personaje de Fátima. Es importante estar fresca para poder trabajar en otros papeles.