¿Cuánto costó el vestido de novia de la reina Letizia?
El 22 de junio de 2004, hace ahora 20 años, la reina Letizia y el rey Felipe se dieron el sí quiero en medio de una gran expectación. Repasamos uno de los capítulos que más dio que hablar: el vestido de la novia.
El 22 de junio de 2004 una todavía no demasiado conocida Letizia Ortiz se casaba con el heredero el trono, el entonces príncipe Felipe, en la catedral de la Almudena de Madrid vestida con un espectacular diseño de Manuel Pertegaz, ante más de 1.200 invitados y siete meses después de que su pedida de mano hubiera provocado un tsunami mediático en redes, medios y tertulias televisivas.
En el medio, esta asturiana que, en pocos meses, había pasado de perseguir la noticia (lo hacía desde el telediario de La 1 de TVE, donde trabajaba como presentadora), a protagonizarla.
De la pedida quedan destellos del precioso anillo de Suárez, de oro blanco y diamantes, que Felipe VI le regaló; el recuerdo de la recriminación espontánea y jovial que hizo entonces a su futuro marido ("déjame terminar") y que le valió alabanzas y recriminaciones, y un traje sastre con chaqueta blanca con cuello chimenea firmado por Giorgio Armani que preconizaría su título de reina de estilo e inspiraría futuras colecciones en distintas marcas.
Meses más tarde, en junio, su vestido de novia, de corte clásico y atemporal, y diseñado por Manuel Pertegaz, volvía a confirmarla en referente de tendencias, en este caso, nupciales.
El complejo vestido de novia de la reina Letizia
Elaborado exclusivamente para ella y para el gran día, el traje de novia de la reina escondía un patrón complejo tras una apariencia sencilla que había comenzado a partir de una faya de seda natural tramada con hilos de plata fina.
Antes de que Manuel Pertegaz lo concluyera, el vestido (que pesaba tanto que "costaba caminar con él", según dicen que comentó la reina, y que contaba con una cola de 4,5 metros) sufrió numerosas modificaciones. Para el gran día, doña Letizia lo combinó con un precioso manto de tres metros de tul de seda natural en el que se habían bordado a mano roleos, guirnaldas, flores de lis y espigas, y que había sido un regalo del rey Felipe, así como con una corona (era la primera que lucía): la tiara prusiana que, años atrás, había llevado su suegra, la reina Sofía, en su enlace con Juan Carlos I, y que antes que a ella, había pertenecido a la abuela y a la bisabuela de don Felipe.
El precio del traje de novia de la reina Letizia
Poco después trascendió el valor de aquel vestido que el diseñador quiso regalarle a la reina, pero por el que esta quiso pagarle, al menos, una cantidad simbólica. Según las informaciones de entonces, el traje bordado con hilos de plata y oro tenía un coste aproximado de 45.000 euros.
La reina Letizia pagó finalmente al diseñador 6.000 euros pese a que este había pensando en ofrecérselo como obsequio.
Actualmente este diseño —cuyo escote recordaba al cuello chimenea de su pedida y rompía con las líneas habituales de los vestidos de princesa haciendo un guiño a los profesionales cuellos camiseros— se puede contemplar en el Palacio Real de Aranjuez, en la sala del Museo de la Vida en Palacio.