Un vaso con hielo: el truco para que tu manicura quede perfecta

Istock / Istock

Pocas cosas dan tanta rabia, como el hecho de hacerte la manicura y, nada más terminarla, echarla a perder porque el esmalte no había terminado de secarse. Después de invertir una buena cantidad de tiempo y, por supuesto, gran cantidad de esfuerzo y maña para intentar que tus uñas quedarán perfectas, basta un solo toquecito para que se arruine en un segundo. Esa frustración que todos hemos experimentado alguna vez en nuestra vida (es inevitable) puedes evitarla más fácilmente de lo que crees. Y, además, para lograrlo, no necesitas recurrir a productos de secado rápido o ir a un salón de belleza para ponerte en manos de profesionales. Solo necesitas un vaso de agua lleno de hielo. Sí, has leído bien.

Como no podía ser de otra forma, este ‘hack’ infalible llega de la mano de TikTok (fuente inagotable de trucos de todo tipo) y se ha hecho tan viral que ya supera el millón y medio de ‘likes’. La encarga de compartir este súper ‘tip’ ha sido @8kateee y, no nos extraña que, tal y como ella confiesa, este se haya convertido en su «truco favorito de todos los tiempos», porque, a partir de ahora, también es el nuestro.

Cómo sellar tu manicura con hielo

Según explica la ‘tiktoker’, no tienes que variar en nada el proceso en el que te pintas las uñas, debes proceder a hacerlo de forma normal y, por tanto, aplicar una o dos capas de tu esmalte favorito. Sin embargo, tal y como ella explica, una vez termines, debes «esperar 30 segundos», para que se sequen ligeramente. Es más, aclara que «no hace falta que se sequen del todo, pero no pueden estar empapadas». Ella ha usado un esmalte en color fucsia intenso de OPI, pero lo cierto es que este truco puedes aplicarlo con cualquier marca o tono, siempre que sean pintauñas tradicionales (y no necesiten curarse en lámpara).

Tras dejar pasar estos instantes debes preparar, «un vaso de agua helada para meter las uñas ahí todo el tiempo que puedas». Es decir, la clave está en sumerger los dedos y aguantar con ellos el máximo tiempo posible, sin sufrir una congelación, por supuesto. Después, debes volver a sumergirlas una vez más, ¡y listo!

Según explica la propia Kate, con este proceso se consigue sellar el esmalte y que este termine de secarse mucho antes de lo habitual, por lo que no tendrás que preocuparte de hacerte cualquier pequeño roce mientras realizas tus tareas cotidianas. Además, para demostrar y dejar claro que esta técnica funciona, se golpea la uña y, tal y como vemos, esta se mantiene intacta. IMPRESIONANTE.