Sara Carbonero se sincera sobre el momento en el que llegó a casa con el pelo rapado y vio a sus hijos
Sara Carbonero recuerda la conversación que tuvo con su hijo Martín durante su tratamiento de quimioterapia. La joven, llena de fuerza y todo un ejemplo, se sincera sobre la reacción de sus hijos cuando la vieron por primera vez con el pelo corto.
La vida de Sara Carbonero cambió hace cinco años. Durante una revisión rutinaria, los médicos le detectaron un tumor en el ovario y tuvo que ser operada de urgencia.Tras esta intervención, comenzó un largo tratamiento de quimioterapia que la periodista soportó con mucha fuerza y protegiendo como una leona sus temores ante sus dos hijos.
En 2018, la joven compartió un mensaje muy duro: "Hace solo unas semanas experimenté en mi propia piel el miedo y la incertidumbre cuando me detectaron por sorpresa un bulto bastante grande en una revisión". "Una operación y más o menos 10 días después pude respirar aliviada porque los resultados dijeron que era benigno. No todas las mujeres tienen la misma suerte y hoy me quiero acordar de ellas, de las luchadoras que libran batallas tan duras como la del cáncer de mama".
La sinceridad y la lucha
La periodista, madre de dos hijos, no expone públicamente sus sntiemtos íntimos en torno a la enfermedad, pero ahora ha querido contar a sus seguidores sus miedos y, por qué no, su fuerza. "Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo, lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima", escribe la periodista. "Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno", ha confesado.
El pelo corto de Sara Carbonero
La joven también ha contado como vivió el momento en el que llegó a casa con el pelo corto. Lo que ella definía como "el pelo como un chico". "El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas. Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el puzzle", ha comentado.
Los pequeños fueron el gran motor de la joven. "Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: 'Ya pronto volverás a hacerlo, mamá. Y además, ya no tendrás las cejas grises'", ha finalizado.
Las cejas grises
La joven ha contado que, "al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia", su hijo Martín se acostó con ella en la cama. "Después de mirarme detenidamente muy raro me dijo: 'Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú'. Yo por entonces, precisamente por no mirarme ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro".
Sara cuenta que al principio no sabía como reaccionar: "No sabía muy bien cómo salir de ahí y se me ocurrió decirle: '¿Y pestañas? ¿Has visto que me queda una única superviviente? ¡Una! ¡Las más valiente!'. Intentó arrancármela, por supuesto, muerto de risa y empezamos una guerra de almohadas y después, a otra cosa", ha confesado.