Uno de 50

¿Una empresa española que triunfa en París? Los novedosos diseños de Concha Díaz del Río han conquistado dentro y fuera de nuestras fronteras. ¿Eres ya fan ella?

Concha en las escaleras de su dúplex, decorado por ella misma. Los cuadros alargados son obra suya.
Concha en las escaleras de su dúplex, decorado por ella misma. Los cuadros alargados son obra suya.

Aunque nunca habías visto su cara antes seguro que has lucido alguno de sus complementos. Concha Díaz del Río lleva 25 años diseñando piezas tan creativas que transforman cualquier look en una propuesta de lo más chic. Zara, Mango, incluso Hermès han comercializado sus originales diseños; en seguida descubrieron que ella creaba tendencia. Ahora triunfa con Uno de 50, la marca de bisutería más exitosa del mercado. Sus propuestas delicadas con toques irónicos la retratan: « Siempre tengo mil ideas en la cabeza, desde pequeña. No necesito salir de mi estudio ni viajar por todo el mundo para saber lo que la gente quiere. Cuando yo digo que algo va a ser un bombazo, nunca me equivoco. » Esta gallega de 43 años tiene un sexto sentido para enamorar al público: « Lo que me enorgullece de mis diseños es que no son de temporada. Hago unas 150 piezas nuevas al año, pero los clientes me siguen pidiendo modelos antiguos, que no podemos dejar de fabricar. Vendemos el 90% de lo que producimos –lo hacemos todo en España–, lo cual es un éxito», explica.

Muy atrás quedan los tiempos en los que ella –nacida en una familia militar de nueve hermanos– empezó a fabricar cinturones de estilo marroquí en el trastero de su casa: « Tenía catorce años y el apoyo de mis padres... Pero yo sigo siendo la misma. Nunca he podido estarme quieta: cuando no estoy dibujando en un papel o leyendo un libro, me pongo a hacer lámparas con materiales reciclados », confiesa.

Hace cinco años Concha montó Uno de 50 con la idea de diseñar objetos de regalo: « Nunca he sabido venderme bien y eso, en moda, es indispensable para triunfar, así que decidí tomar otro camino.» Pero los ceniceros, los llaveros y los puntos de libro la llevaron de nuevo a los complementos. «Vendí la marca a un empresario relojero, José Azulay, para asegurarme su futuro. Ahora, las finanzas y los planes de expansión los lleva él, y yo me dedico a lo que se me da mejor: diseñar. He perdido independencia, pero he ganado tranquilidad. Sé que Uno de 50 está en buenas manos y que llegará a muchísima más gente. Ese ha sido siempre mi sueño », confiesa Concha. Hoy en día, la firma suma catorce puntos de venta propios en toda España y planea abrir su primera tienda en París. Allí arrasan en ventas: « Estamos en las mejores tiendas y sin ninguna campaña de publicidad. ¿El secreto? Hacemos cosas frescas que a la gente le encanta ponerse», asegura la creadora.

Como próximos proyectos, Concha piensa en sacar unos jeans customizados a base de piezas metálicas: « O quizá vender kits para poder hacerlo en casa. También tenemos la idea de trabajar con oro, aunque solo en ediciones limitadas de cincuenta unidades .» Gucci ya la ha tentado en un par de ocasiones; por algo será.

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