La micología ya es oficialmente la nueva obsesión de los diseñadores para la próxima temporada

Entre las nuevas tendencias de 2022 que se abren paso en el armario ya te hemos descubierto algunas como los conjuntos coloridos con efecto dopamina o el estilo gótico que explora todas las posibilidades que ofrece el negro. Sin embargo, una microtendencia parece haber acaparado toda la atención durante estas primeras semanas del año. Se trata de un estampado que además encierra un significado que va más allá de lo meramente decorativo, por las connotaciones sostenibles que conlleva.

Nos referimos al print de hongos, un fenómeno que se forjó sobre las pasarelas de las más recientes semanas de la moda de cara a la próxima primavera/verano 2022 y cuya repercusión, literalmente, se ha multiplicado como los champiñones. Porque no solo se ha convertido en el material estrella al que la industria rinde pleitesía estos días y que ha puesto en el radar al cuero de hongo como uno de los tejidos ecológicos más prometedores junto con el plumón de flores silvestres o la seda de pétalos de rosa, sino porque aporta ese divertido guiño naif que tanto parecen necesitar nuestros estilismos cotidianos hoy.

Esta fiebre parece conectar directamente con el resurgir de la estética hippy del que hemos sido testigos tras los desfiles para la próxima primavera y a cuyo excesos lisérgicos se han rendido la mayoría de los diseñadores, desde Fendi a Etro, Marni o Paco Rabanne, cada uno desde su particular óptica, pero siempre respetando ese espíritu de libertad y atrevimiento intrépido. De entre toda esta avalancha de estampados divertidos y psicodélicos que han copado incluso TikTok e Instagram (el inevitable termómetro de las tendencias actuales), desde la piel de vaca o espirales en colores pastel que adornan pantalones de talle bajo, minivestidos y blusas con cuello ceñido, los hongos ocupan el lugar de honor.

Cuando el pasado mes de septiembre Monse realizó su regreso a Semana de la Moda de Nueva York, sus diseñadores, Laura Kim y Fernando García, apostaron por dejar a un lado su recurrente y habitual minimalismo urbano para mostrar estampados de hongos en todo, desde faldas asimétricas y vestidos de seda hasta cardigans gruesos. Ambos declararon que el concepto de escape, tanto físico como figurativo, fue una gran inspiración en la colección.

Con un vínculo mucho más personal hacia el estampado, las hermanas Laura y Kate Mulleavy, responsables creativas de Rodarte, decidieron homenajear a su padre, un estudioso licenciado en Micología y cuyas ilustraciones de todo tipo de setas las han acompañado desde la infancia. Así dos de los vestidos más llamativos de su desfile, con patrón globo y una sobrecapa que los envolvía, lucían estampados realizados por su propia madre, que es pintora e ilustradora.

Con una onda mucho más pop, el texano Brandon Maxwell invitó a la ilustradora Mishka Westell a intervenir con sus creaciones algunas de la prendas de su colección estival, que terminó plagada de setas, champiñones y demás. Todos, eso sí, imaginados desde un punto de vista psicodélico y multicolor.

Pero si para alguien esta era la oportunidad perfecta de hacer una analogía con lo que los hongos representan en el futuro de la industria de la moda, esa era Stella McCartney. La británica reconoció cómo estos fueron la principal inspiración para su colección, que se presentó contra una banda sonora que contenía los sonidos amplificados de los hongos que crecían en la naturaleza. Sus declaraciones giraron en torno al papel de los hongos en el futuro de la moda (son excelentes para hacer materiales sostenibles, como el Mylo con el que ella ya trabaja desde hace temporadas), así como las formas en que los humanos pueden mirar a los hongos, que a menudo crecen en grupos o se forman en otros organismos vivos como los árboles, para aprender a vivir en comunidad unos con otros. Inspirado en el clásico toile de Jouy, los estampados en los que se mezclaban las setas cubrían desde prendas hasta accesorios.

Por supuesto, McCartney también presentó piezas de cuero vegano hechas de micelio, derivado de hongos, con una nueva versión de su bolso Frayme, del que sólo se producirán un centenar de piezas para la venta esta temporada. De este modo, la diseñadora conectó los hongos con la industria, de manera más general: "Lo que ves hoy en la pasarela es la industria de la moda consciente del mañana", declaró.

La que tampoco ha querido quedarse atrás en esta nueva tendencia ha sido Zara. La firma acaba de lanzar estos días una nueva colección en la que se incluye un jersey de punto en el que, sobre fondo azul, se dibuja un panorama de Amanita muscaria, el inconfundible (aunque venenoso) especimen de hongo rojo con puntos blancos.