Paula Echevarría sabe muy bien que si quieres llevar un minivestido en invierno debes hacerlo con unas botas altas como las suyas porque son cómodas y favorecedoras

La combinación que más estiliza.

Paula Echevarría con vestido de Isabel Sanchís y diadema de Emea Design

Paula Echevarría con vestido de Isabel Sanchís y diadema de Emea Design.

/ Jesus Briones

Si por algo se identifica tanta gente con el estilo de Paula Echevarría es porque propone combinaciones ganadoras que están al alcance de cualquiera. No se trata de prestar atención especial a las marcas que firman las prendas que tenemos en el armario sino en, como la asturiana, mezclar con total naturalidad diseños de firmas de lujo con otros de casas low cost. Ella construye sus looks como nosotras, apostando por lo que le resulta más confortable y con lo que se ve más favorecida. Por eso siempre tomamos buena nota de lo que nos quiere decir con sus outfits la actriz.

Lo hemos hecho cuando últimamente ha insistido tanto en los pantalones de efecto piel ajustados para estilismos informales y urbanos, y lo hacemos ahora que ha compartido con sus seguidoras de Instagram su última elección para salir de fiesta: botas altas y minivestido estampado, un mix setentero ideal para ponerle alegría al final de cualquier día.

La combinación no solo es alegre, algo para lo que este tipo de diseños con estampados vistosos siempre ayuda, sino que además es cómoda, porque esas botas de piel de Fetiche Suances tienen toda la pinta de ser mucho más "soportables" durante una larga noche de fiesta que cualquier zapato de tacón. Lo mejor es que hay un tercer plus que añadir: es realmente favorecedor porque estiliza notablemente cualquier figura.

Hace nada hemos hablado del poder que tenía en este sentido la fórmula cropped top+pantalón de cintura alta como es el caso del dos piezas a juego que lleva Edurne en las fotografías promocionales de su último single, una cualidad que también tiene el dúo botas altas por debajo de la rodilla+vestido mini por el que ha apostado Paula.

Los motivos por los que lo consiguen son distintos, pero en ambos casos el resultado es el mismo: se acentúa la longitud de las piernas y no hay nada como unas extremidades que se alargan para engañar al ojo. Un efecto óptico gracias a un sencillo juego de proporciones - Paula lo completa con un abrigo por encima de los hombros- al que siempre recurrimos cuando queremos ganar un par de centímetros con nuestro look. Haznos caso, resulta infalible.

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