El misterio del vestido que Kate Middleton tiene hasta en tres colores diferentes

Las Garden Parties de la reina Isabel II han vuelto. Después de cancelarse por la pandemia, la monarca ha decidido retomar esta tradición con la que invita a visitar los jardines de Buckingham Palace con el fin de reconocer la labor de diferentes trabajadores del servicio público británico. Eso sí, sus problemas de movilidad finalmente le han impedido asistir y han sido en su lugar el príncipe Eduardo, Sofía de Wessex y Kate Middleton quienes han ejercido de anfitriones.

Esta última ha sido quien más miradas ha acaparado como es habitual, gracias a un look que tenía el favorecedor tono coral como protagonista. Este alegre color que tan bien encaja en esta época del año estaba presente tanto en sus clásicos zapatos de tacón como en su delicado tocado, así como en su cartera estampada y, por supuesto, en su vestido de manga larga cruzado.

Emilia Wickstead es quien firma este diseño que funciona también como abrigo con el que ya habíamos visto a la duquesa de Cambridge en anteriores ocasiones. Quizá no este mismo que juega a medio camino entre la gama de rosas y rojos, pero sí en otros colores. De hecho, podríamos decir sin dudar que es su silueta favorita si tenemos en cuenta que tiene hasta tres versiones diferentes de este mismo vestido.

Hace tan solo unas semanas, con motivo de la misa de pascua en Berkshire a la que asistió acompañada por su marido y sus hijos mayores, Kate Middleton optó por la alternativa en un bonito azul empolvado que también completó en formato total look con un casquete a juego con el calzado y el clutch.

Los motivos por los que Kate Middleton mantiene este idilio con este vestido son evidentes. Su corte cruzado con solapas tipo blazer y su manera de marcar la cintura con una tira a tono para después mantener un ligero vuelo hacen que se adapte al cuerpo de una manera muy acertada, lo cual deja como resultado una fórmula imbatible cuando necesita algo sofisticado y elegante con lo que acertar.

De hecho, fue en 2012 cuando hizo este descubrimiento en un sobrio verde oscuro ya que lo lució por primera vez en la celebración de San Patricio de aquel año, aunque entonces se atrevió a añadir otro color en su combinación, el marrón, presente tanto en el calzado como en el tocado que incorporó a su larga melena peinada suelta.

Está claro que la duquesa de Cambridge sabe muy bien cuál es la fórmula con la que se siente más cómoda y no duda en recurrir a ella siempre que tiene ocasión.