Kate Middleton sabe cómo convertir un vestido de lunares de invitada en el look 'working' perfecto para la oficina

Desde que aterrizó en Irlanda Kate Middleton ha protagonizado un auténtico maratón de looks impecables con el verde, color que identifica al país, como hilo conductor. ¿Su última propuesta? Un vestido de lunares digno de un estilismo de invitada que ha combinado con acierto para convertirse en una perfecta y divertida 'working girl' de invierno.

Al bajarse del avión en Dublín el lunes enfundada en un vestido flúor que asomaba bajo un abrigo de paño, con cartera y salones -todo ello en diferentes declinaciones del color de la esperanza- la duquesa de Cambridge ya nos anunciaba que este tono sería fundamental en la mayoría de sus 'outfits' y lo confirmó apenas un día después con el popular diseño 'Falconetti' de la marca The Vampire's Wife que llenó de brillo esmeralda su salida nocturna del martes.

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El jueves, su último día en el país de San Patricio, Kate Middleton ha continuado jugando con la paleta cromática para asistir e, incluso, participar en un pequeño espectáculo circense junto al príncipe William. Su despedida por todo lo alto ha pasado por un vestido verde de lunares -en realidad es un 'print' de pequeños cuadrados blancos- con corte 'midi', manga larga y volumen en los hombros de la firma Suzannah, que bien podríamos ver en una boda combinado con sandalias y tocado.

Sin embargo, su fórmula ganadora ha consistido en añadir unas botas altas negras de Ralph Lauren, creando una combinación de plena actualidad entre las 'celebrities' y las 'royals' internacionales, con la que también se ha atrevido la reina Letizia en los últimos días.

Un cinturón negro con una gran hebilla dorada de la marca francesa Sezanne ciñe el vestido a la figura, estilizando al máximo la silueta y consiguiendo un efecto muy favorecedor. Como broche final, la cuñada de Meghan Markle ha elegido un bolso de mano de piel de Jimmy Choo y un abrigo largo de estilo y color militar.

Un último detalle: tanto el collar como los pendientes de la diseñadora Daniella Draper que ha escogido Kate esconden un nuevo guiño a Irlanda, pues cuentan con pequeños tréboles de cuatro hojas, símbolo de la buena suerte y emblema del país.

El resultado es un look cómodo, bonito y muy versátil que es toda la inspiración que necesitamos para ir bien vestida a la oficina en las próximas semanas. ¡Tomamos nota!