Ivanka Trump nos enseña otra manera de llevar los cuadros con su habitual estilazo

Te puede gustar o no, porque en la vida para contentar a todos están los colores, pero es indiscutible que Ivanka Trump es una de las reinas de estilo de la crónica social actual a nivel mundial.

La hija y asesora de máxima confianza del presidente Trump ha vuelto a dar muestras de ello con un look con sorpresa en el que ha vuelto a apostar por una tendencia de temporada, los cuadros.

A priori, como vas a observar tú misma en una foto del outfit completo de Ivanka, el vestidazo de Rosie Assoulin que ha elegido para una intensa jornada de trabajo en la que, entre otras cosas, ha acudido con su padre al nuevo taller de Louis Vuitton en Texas, parece un elegante vestido midi de cuadros de raya blanca sobre fondos rojos y verdes, con escote cuadrado, de falda evasé y manga larga.

Pero cuando una se fija en primer plano del tejido se da cuenta de que los cuadros cambian de forma. De repente, el ojo se percata de lo que es en realidad es: un estampado de pata de gallo.

Es, salvando las distancias, como ese ejercicio fascinante que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida de ponerse delante de una pintura y buscar distintas perspectivas para alucinar en colores, nunca mejor dicho, con la técnica.

En definitiva, un trampantojo hecho con maestría por la firma de la diseñadora neoyorkina sobre este vestido que es fiel al estilo contemporáneo, actual y urbano de la marca; una forma muy original de apostar por los cuadros, el print protagonista de esta temporada invernal que acaba de arrancar.

Ivanka, cuyo look ha sido motivo de crítica en las redes sociales y también por parte de un sector de la prensa norteamericana que le ha acusado de menospreciar a Vuitton por haber elegido un bolso de Chanel para acompañar el vestido de Assoulin pese a que no lo llevó justo a la visita al taller de la firma francesa, ha elegido unos clásicos salones negros para añadir un plus de elegancia al vestido de la diseñadora norteamericana.