No se puede tener más estilo que Tamara Falcó con un vestido de encaje en la comunión de su ahijada

Tamara nos ha dejado un look muy elegante en la comunión de su ahijada. Se trata de un vestido de guipur con tirantes finos realizado en encaje en azul pastel.

Tamara Falcó, el pasado febrero

Tamara Falcó, el pasado febrero

/ Gtres

Tamara Falcó vuelve a la televisión y a los fogones. Esta vez lo hace junto al chef Juan Peña, en el programa Cocina al punto en la 1 que se estrena hoy, lunes 6 de julio. Pero antes de adentrarse de nuevo en nuestros hogares, la nueva marquesa de Griñón ha asistido a un evento muy especial para ella, la primera comunión de su ahijada.

Ha sido la misma Tamara quien ha compartido en su perfil de Instagram el emotivo momento. La comunión de su ahijada Catita se realizó en Castilla-La Mancha y la hija de Isabel Preysler no quiso perder la oportunidad de felicitar a la pequeña.“Mi querida ahijada Catita hizo su primera comunión ayer en el campo. Ojalá Dios la cuide tanto como ha hecho conmigo y ella le quiera tanto o más como yo a Él”, escribía al pie de la fotografía que compartió en la que se le ve abrazándola después de recibir el sacramento.

Y como no podía ser de otro modo, Tamara volvió a demostrar que es una de las mujeres mejor vestidas y con más gusto de España. Para la ocasión escogió un vestido de guipur con tirantes finos realizado en encaje en azul pastel, cintura ceñida y falda de doble capa. Un estilismo que ha completado con unos pendientes de brillantes.

El diseño lo firma Self-Portrait, una de las marcas favoritas de royals como Kate Middleton y que además se encuentra rebajado al 40% en páginas como<strong>246 euros.</strong> MyTheresa a 246 euros. El vestido de invitada tiene pequeños detalles que lo hacen tan elegante, uno de ellos son los tres volantes que componen la falda de largo midi y los bordados que marcan la cintura y el pecho. Para su look beauty Tamara decidió llevar su media melena suelta y lisa y un maquillaje natural y fresco.

Una vez sus seguidores no han alabado solo su estilismo, sino también el gran parecido que guarda con su famosa madre. Y es que es innegable que la marquesa de Griñón e Isabel Preysler son casi como dos gotas de agua.

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