El cine mejor vestido

Sonia Grande firma el vestuario de las mejores películas españolas.Un trabajo con muchas historias.

El cine mejor vestido
El cine mejor vestido

Puede que su nombre sólo resulte familiar a los cinéfilos empedernidos, ésos que se quedan hasta el final de los títulos de crédito. Para los profanos en la materia, Sonia Grande es la mujer que se esconde detrás del diseño de vestuario de películas tan importantes del cine español como “Mar adentro”, “Los otros”, “La niña de tus ojos”, “La lengua de las mariposas”, “Hable con ella” o “Sin noticias de Dios”. Este año está nominada al Goya por “Hormigas en la boca”.

¿Qué es lo primero que hace cuando le encargan una película?

Leer el guión y hablar con el director para saber qué es lo que quiere. Con eso, si es una película de época, le presento los dibujos con el planteamiento de los personajes. En este tipo de proyectos se trabaja teniendo cerrados a los actores principales, porque tienes que adaptar el físico del actor al personaje.

Y si la película es contemporánea…

Entonces, trabajo con documentación gráfica.

¿Con qué tipo de vestuario disfruta más?

Con el de época, porque tienes más libertad. Cuando la ambientación es actual, el público tiene más referentes, y eso encorseta mucho.

¿Es fácil trabajar con los actores?

Nunca he tenido problemas. Tal vez porque siempre tengo presente que estoy tratando con personas. Es cuestión de adaptarse. Al fin y al cabo, los actores se fían porque entienden que tú eres la experta en este tema.

¿Cree que el vestuario es todavía una ‘maría’ en el cine español?

La verdad es que, poco a poco, está dejando de ser la asignatura pobre del cine. Se están dando cuenta de que determina mucho la narrativa de una película.

De los directores con los que ha colaborado, ¿quién es el que más cuida este tema?

Todos lo hacen, aunque de formas distintas. Almodóvar tiene un universo personal al que tú tienes que llegar. En cambio, Amenábar es más cerebral, y es muy elegante rodando, lo que te exige una puesta en escena acorde.

Habrá trabajado en sitios inverosímiles…

Sí, en este mundo, un día estás rodando en una cloaca infecta detrás de Yeserías, y al día siguiente en un paisaje impresionante en la Patagonia, llevando el vestuario en una zódiac porque la escena se rueda en barcos…

¿Recuerda alguna anécdota divertida?

En Galicia, mientras rodábamos una película de época con Julian Sands, el actor de “Una habitación con vistas”. Yo me había empeñado en ponerle una capa encerada del siglo XIX. El sastre la enceró con cera de depilar y justo ese verano hacía mucho calor. De manera que cuando el actor abrazó a la protagonista, que llevaba un traje de seda de época delicadísimo, se quedaron pegados. Por suerte, teníamos otro vestido idéntico y pudimos seguir.

¿Nunca le ha tentado cruzar el charco y probar suerte en Hollywood?

Después de “Los otros” me llamó un agente inglés que quería representarme, pero eso significaba irme a vivir a Los Ángeles, y no me apetecía separarme de los míos.

Hablando de “Los otros”, ¿de dónde sacó esos maravillosos trajes sastre?

Los diseñé yo y los llevé a cortar a Londres, a una mujer que trabaja de una forma espectacular. En la primera prueba estaban casi perfectos. Sólo tuvimos que retocar el delantero.

¿Qué tiene entre manos ahora mismo?

Acabo de terminar el rodaje de “La educación de las hadas”, de José Luis Cuerda, con Ricardo Darín e Irene Jacob, y estoy preparando una película sobre la vida de Lola Flores que va a rodar Miguel Hermoso.

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