Manual rápido para limpiar tus zapatos de ante

Zapatillas, botas, bailarinas... en materia de calzado, el ante es un básico del armario de otoño e invierno. Sin embargo, cualquiera que haya llevado este tejido se habrá hecho la misma pregunta en más de una ocasión: ¿Cómo mantengo limpios mis zapatos de ante?

Además de ser un material delicado (¡ni se te ocurra meterlo en la lavadora!), el ante o gamuza se ensucia con facilidad, haciendo que el look no luzca como debería. La lluvia, la suciedad y, en definitiva, el uso diario desgasta los zapatos de ante sin que podamos impedirlo; por eso es imprescindible seguir un buen <strong>limpieza</strong> para que parezcan siempre recién sacados de la cajaritual de limpieza para que parezcan siempre recién sacados de la caja. Aquí tienes la salvación a tus zapatos de ante en 5 sencillos pasos.

1. Cepillo

El primer paso es hacerte con un producto o cepillo especial para limpiar ante, no cuesta más de 4 euros y puedes conseguirlo en El Corte Inglés, Amazon y diferentes zapaterías. Si eres fan de este tejido, es una mínima inversión que merece la pena ya que asegura una limpieza muy delicada gracias a sus cerdas sintéticas. Importante: frota siempre en la dirección de las fibras, no en sentido contrario, para que la superficie quede tan lisa como el primer día.

2. Periodico

A continuación debes hacerte con un periódico viejo o papeles usados. Introdúcelos en el zapato antes de comenzar la limpieza para asegurarte de que su forma se mantiene intacta.

3. Toalla

Ahora que ya están limpios, frota los zapatos de ante con una toalla limpia; así eliminarás definitivamente las capas de polvo y suciedad acumuladas y quedarán como nuevos.

4. Goma de borrar

Para las manchas concretas, ya sean de agua, aceite o cualquier otro producto, funcionan muy bien las gomas limpiadoras de ante. Se venden en todo tipo de zapaterías y cuestan unos 5 euros, por lo que resulta una compra obligada que guardar en el armario.

5. Vinagre

¿Y si nada de lo anterior funciona? Entonces el vinagre es tu salvación. Hay manchas especialmente difíciles de sacar del ante (comida, vino...), pero si aplicas un poco de vinagre en un paño limpio y frotas con suavidad es relativamente sencillo dejarlo reluciente de nuevo. Sorprendente, ¿verdad?