Aitana Ocaña: "La perfección de las redes sociales cada vez me causa más rechazo"

La pandemia le obligó a cancelar su gira y, aunque asegura que ha aprovechado el parón para descansar, en los últimos meses ha lanzado cuatro 'temazos' (en colaboración con David Bisbal, los mexicanos Reik, los colombianos Morat y su amigo de la infancia Marmi), ha terminado su segundo disco y se ha estrenado como embajadora de Multiópticas para la colección de gafas mó. Lo suyo es un no parar. 

Aitana Ocaña con gafas como embajadora de la colección mó de Multiópticas

Aitana Ocaña con gafas como embajadora de la colección mó de Multiópticas.

/ Multiópticas

Saltó a la fama gracias a ‘Operación Triunfo’, pero en estos tres años se ha ganado por méritos propios su hueco en la industria: 17 discos de platino, diez discos de oro, una nominación a los Grammy, artista femenina más escuchada de Spotify España del último año… Mientras los éxitos y los proyectos se le acumulan, a sus 21 años Aitana Ocaña (San Clemente de Llobregat, Barcelona, 1999) sabe cómo mantener los pies en el suelo y comenta que los récords no le obsesionan. Eso sí, aún le “queda mucho por madurar y por evolucionar” para gestionar lo que está viviendo.

Aitana, protagonista de la campaña de verano de Multiópticas para la colección de gafas mó

Aitana, protagonista de la campaña de verano de Multiópticas para la colección de gafas mó. 

/ Multiópticas

Hace un tiempo todo esto sería inimaginable...

Completamente. He pasado toda mi vida en mi pueblecito viendo todo este mundo desde una pantalla o escuchándolo por la radio y ahora que lo vivo en primera persona no parece real. Por ejemplo, cuando le dije a mi madre que iba a cantar con Alejandro Sanz en los Grammy pensó que estaba de broma porque parece imposible. Aunque ya ha pasado algún tiempo, sigo sorprendiéndome: los premios, el cariño de la gente… es un honor y me pone muy feliz.

¿Qué ha cambiado de la Aitana que conocimos en el concurso?

Entré en la academia con 18 años, menos mal que he cambiado… ¡y lo que me queda! Entonces no tenía ni idea de que iba a tener que mudarme sola a Madrid o que iba a poder mantenerme económicamente; creo que todo esto me ha hecho madurar más rápido de la cuenta. Ahora me considero una persona más fuerte y segura, aunque todavía sigo teniendo una parte de inseguridad dentro de mí.

¿Qué es lo mejor y lo peor que has vivido en este tiempo?

Todo en mi trabajo es bastante bueno, pero lo más bonito es el aprecio de la gente. Lo único que echo un poco en falta es la privacidad, pero he acabado entendiéndolo. A veces salen noticias sobre mí que no son ciertas y se hacen virales; como no soy nada rencorosa pues ni me acuerdo, pero me molesta cuando hacen dudar a la gente de mi alrededor.

¿Te da miedo que las noticias sobre tu vida personal quiten el foco de tu carrera?

Sé que se va a hablar de mí tanto profesional como personalmente y cuanto antes lo acepte, mejor. Es algo que yo no puedo cambiar así que tampoco me obsesiono con ello. Yo intentaré hablar lo menos posible de mi vida privada porque eso es algo muy mío, muy íntimo… y no quiero exhibirlo como si fuera mi trabajo.

¿Dónde estarías ahora si no hubieras entrado en ‘OT’?

Siendo sincera no lo sé. Solo me dio tiempo a ir un día a la universidad antes del programa, así que supongo que estaría en tercero de carrera.

¿Has pensado en retomar los estudios?

Sí, pero esta vez en lugar de Diseño optaría por la carrera de Música. Estoy aprendiendo muy rápido a base de práctica, pero creo que la formación es importantísima. En estos momentos no sabría compaginarlo con mi trabajo por falta de tiempo, pero todo llegará.

Estoy aprendiendo sobre el movimiento ecologista, pero sobre todo me identifico con el feminismo. El feminismo es igualdad y, aparte de que me chocaría, me ofendería un poco que alguien no lo apoyara.

Te has convertido en un referente para muchos adolescentes, ¿cómo lo vives?

Para mí la palabra referente se me queda muy grande; es muy bonito aunque siento que conlleva una gran responsabilidad. Intento ser siempre yo misma y transmitir que es importante que cada uno respete sus propios valores y que nadie es perfecto.

En otras entrevistas sueles reivindicar ese derecho a equivocarte, ¿sientes demasiada presión?

Lo reivindico porque soy muy joven, sé que me equivoco y que voy a seguir haciéndolo. Y lo prefiero a contar una mentira. Yo no soy perfecta, precisamente creo que lo que le gusta a la gente de mí es lo contrario a la perfección. No me gusta esa tendencia de mostrar virtualmente solo vidas perfectas; tampoco creo que las redes sean un lugar para contar tus desgracias, pero de vez en cuando está bien recordar que todo lo que sale en la pantalla es muy bonito, muy ideal… pero no del todo real.

Tienes dos millones de seguidores en Instagram, ¿te consideras ‘influencer’?

La verdad es que no, aunque no sé si lo soy. No me identifico con el término porque mi trabajo es cantar, no influir, ni creo que mi contenido sea de tan buena calidad como el de algunos de mis amigos 'influencers'. Además, me he dado cuenta de que no me gusta estar siempre con el móvil en la mano y, aunque es una forma muy directa de llegar a los fans, las redes sociales cada vez me causan más rechazo.

A nivel personal, ¿te ha venido bien el parón de los últimos meses?

Sí; no quiero decir que lo necesitara porque solo llevo dos años de carrera y sé que la música exige un ritmo frenético si quiero dedicarme toda la vida a ello, pero la estabilidad de los últimos meses me ha permitido descansar, tener tiempo para mí, desarrollar mi creatividad y terminar mi segundo disco.

¿La pandemia nos enseñará algo como sociedad?

Creo que en 2020 están pasando muchas cosas en el mundo y todo esto nos está tocando la fibra. Todo esto nos está haciendo reflexionar y replantearnos cuál será nuestro camino a partir de ahora. Toca reinventarse.

Necesito que transmita verdad y sentirme identificada con la historia de la campaña. En este caso además encajaba de maravilla con la firma: me pusieron gafas de vista a los nueve años porque me detectaron miopía y astigmatismo y, como las tengo desde pequeña, me gusta mucho llevarlas, sobre todo las de cristal redondo y bien grande. En cambio, en el día a día soy más de lentillas porque prefiero usar gafas de sol; las elijo dependiendo del look que lleve o de cómo me sienta ese día y, sobre todo, me encantan las cuadraditas, me parecen muy estilosas.

Aitana Ocaña con gafas de sol como imagen de la colección mó de Multiópticas

Aitana Ocaña con gafas de sol como imagen de la colección mó de Multiópticas. 

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