En Oysho está la camiseta que tanto llevabas en los 90 (y de la que no te despegarás ahora)

¿Recuerdas este top blanco sin mangas que te ponías con absolutamente todo lo que estaba en tu armario cuando eras solo una adolescente? Vas a tener que volver a hacerte con uno igual porque será tu mejor aliado. Pues vaya novedad, una camiseta de tirantes blanca, pensarán las más escépticas. Pero no, no es una cualquiera sino una que cumple unas reglas muy concretas como lo hacía en la década de los 90.

Para empezar por su color, blanco nuclear y completamente liso, la clave por la que se utiliza con absolutamente cualquier otra pieza que se te ocurra. Segundo por su corte, ajustado que no ceñido, y con ese característico escote cerrado que termina siendo casi halter hasta ser de lo más favorecedor para la zona de los hombros; y, tercero, porque es de algodón acanalado.

Puede que seas de las que aún conserva algún diseño así entre sus pertenencias porque sabes muy bien que el bautizado como 'tank top' es uno de esos básicos a los que siempre se puede recurrir pero, si no tienes esa suerte, no hay de qué preocuparse porque hemos encontrado en Oysho una que parece sacada de una colección de hace casi treinta años.

Cumple con todos y cada uno de los requisitos que le pedimos a este básico -incluido su precio porque cuesta solo 9,99 euros- por lo que negar la evidencia de su regreso no es ninguna opción a contemplar.

Lo que sí podemos tener en cuenta es su modo de uso que es exactamente el mismo que el que le daban el siglo pasado actrices como Jennifer Aniston en su papel de Rachel en 'Friends' o supermodelos como Kate Moss en la calle porque ahora es así como se lo hemos visto llevar a nuevos iconos como Bella Hadid, Kendall Jenner y Emily Ratajkowski, entre otras.

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Con pantalones de pinzas es como parece que más les gusta aunque también funciona con faldas, vaqueros, como acompañante de un traje, bajo una camisa... lo bueno de ser tan sencillo es que todo vale. Porque aunque el minimalismo es su razón de ser, en el 2021 lo hemos visto también como acompañante de looks más complejos en los que pasa a un segundo plano y, aun así, no pierde su esencia.