Las francesas adoran este mono de Oysho que es como un caftán

Con las mismas cualidades de esta pieza clásica del armario veraniego pero aún más cómodo. 

Claire Fleury con mono blanco de Oysho

Claire Fleury con mono blanco de Oysho.

/ Oysho

Resulta imposible resistirse a los encantos de los caftanes en un contexto de playa. Son básicos del armario en cuanto el termómetro empieza a alcanzar grados altos y este verano han cobrado especial relevancia después de que influencers, celebrities y hasta royals se hayan animado a lucirlos no sobre la arena sino en el asfalto. Sin ir más lejos, la reina Letizia sorprendió a todos hace tan solo unas horas cuando se enfundó en un caftán de la firma Dear Prudence para disfrutar de una cena con su marido y sus hijas en Palma de Mallorca.

Han sabido demostrar que el abanico de posibilidades es mayor de lo que creíamos y que funcionan igual de bien en la ciudad si se saben elegir bien los modelos que utilizar con este pretexto. La única pega es que no siempre son tan cómodos como nos gustaría. Hay que saber muy bien por qué diseños debemos apostar para que ese objetivo se cumpla al 100%.

Pues resulta que en Oysho hay una prenda que seguro te va a encantar si eres de las que opina como nosotras en este sentido, más que nada porque aunque tiene apariencia de uno de estos vestidos que se asemejan a las túnicas, en realidad es un mono y eso le da aún más confort.

Mono blanco de algodón en color blanco, de Oysho

Mono blanco de algodón en color blanco, de Oysho.

/ Oysho

¿Verdad que es alucinante? Confeccionado 100% en algodón de color blanco, es corto pero cuenta con una manga tres cuartos ancha y escote en pico para volverlo además de confortable ultrafavorecedor.

Para llevarlo sobre un bikini o un bañador no se nos ocurre una alternativa más acertada pero es que, tal y como hemos podido ver a algunas influencers como la francesa Claire Fleury en las redes sociales, es también una genial idea para llevarlo de manera menos playera con unas sandalias tipo ugly en color negro y un bolso acolchado.

El mono, que por cierto tiene un precio de 25,95 euros, está a la venta también en un suave gris que rompe del todo con cualquier etiqueta excesivamente relajada que se le atribuya pero sin perder un ápice de su esencia.

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