Natalie Portman vuelve a convertirse en un ‘cisne negro’

Han pasado casi diez años desde que Natalie Portman se metiera en la piel de una atormentada bailarina en 'Cisne negro', la película que le valió el Oscar a la mejor interpretación femenina en el 2011 y le permitió conocer a su marido y padre de sus dos hijos, Benjamin Millepied. Dos hechos muy importantes tanto profesional como personalmente que responden a por qué esta cinta ha marcado un antes y un después en la vida de la actriz.

De ahí que incluso se haya convertido en un recurso claro incluso a la hora de elegir estilismo sobre las alfombras rojas.

El negro es uno de sus colores fetiche y, si va unido a piezas que recuerden a las que se suelen ver sobre el escenario, el resultado siempre es acertado. De ahí que haya querido volver a hacerle un guiño al look con el que aparecía en el mencionado largometraje a su paso por el Festival de cine de Toronto.

Natalie, que se desenvuelve como pocas en este terreno, mantiene un idilio con Dior desde hace tiempo (ha sido imagen de muchas de sus campañas de moda y perfumería) que no le da más que alegrías. De ahí que para presentar su último trabajo en la gran pantalla, 'Lucy in the sky', haya vuelto a recurrir a la casa de origen francés.

Lo ha hecho con un vestido de escote asimétrico com cuerpo de rejilla sobre un bustier y una falda que simula una red con flecos en la zona de abajo. Un diseño de la colección otoño-invierno 2019 de Alta Costura de la firma que bien podría haber formado parte del vestuario de 'Cisne negro'.

Incluso el peinado podía haber salido de una de las escenas de la cinta porque era el clásico moño bailarina con raya al medio, que demuestra que los recogidos pulidos son ahora los que mandan sobre la alfombra roja; al igual que el maquillaje, con una mirada marcada a base de sombra de ojo oscuro y eyeliner con rabillo final.