Eva Longoria confirma que se puede llevar un vestido con escote por delante y en la espalda

Con un diseño mostaza firmado por Dundas.

Eva Longoria con vestido mostaza con doble escote
Eva Longoria con vestido mostaza con doble escote

Llevar un vestido con escote en la espalda y en el pecho es posible. Basta ver el último look de Eva Longoria.

Mientras que para las más supersticiosas el amarillo se convierte en un símbolo de mal augurio, muy a la inversa para otras resulta ser un tono lleno de luz sinónimo de vida. Y así, incluida en este segundo grupo,la actriz ha vuelto a aparecer sobre una 'red carpet' por una muy buena causa con un espectacular vestido con doble escote, abertura central y en uno de sus colores fetiche con los que ya nos demostró hace tiempo a través de un traje de chaqueta y pantalón que es este el que mejor le sienta.

Ya sea por su pelo y ojos negros que encuentra en este tono la mejor forma de remarcar semejantes rasgos o más bien sea por simple preferencia cromática, el amarillo se ha convertido para la actriz en una opción completamente ganadora durante la Gala AmfAR celebrada en Los Ángeles donde precisamente adquirió más bien la tonalidad mostaza.

Un diseño firmado por Dundas que le ha llevado a convertirse en una de las más elegantes y mejor vestidas de la cita y con el que ha demostrado que el doble escote es posible. El primero de ellos y en el pecho, en forma de lágrima que parte de un cuello creado a través de un juego de tres bolas repletas de abalorios, mientras que el segundo bien merece el calificativo de 'maxi' al contar con una espalda al descubierto por completo cuyos escasos fragmentos de tela le llevan a unas aberturas laterales que se unen en una ajustada falda con frunces.

Eva Longoria con vestido mostaza con doble escote

Mostaza y con abolorios como único tejido especial, así es el diseño de Dundas lucido por la actriz.

Justo la misma que cuenta con otra abertura más, en este caso central, y que acaba en una discreta cola trasera. Pero no. No es precisamente ella la encargada de llevarnos a la argumentación definitiva por la cual adoramos su vestido. De ello más bien se encargan unas mangas largas abullonadas que acaban en unos brazaletes dorados que juegan el papel de puños en un intento de repetir la fórmula de tejido creado a base de abalorios.

Un look que resulta ser sencillo, en el que las tijeras han protagonizado unos patrones que han encontrado su mejor complemento en unas sandalias de tacón de Gianvito Rossi y que se convierte, además, en la prueba definitiva de que dos escotes son siempre mejor que uno.

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