Anya Taylor-Joy, toda una reina del hielo con vestido blanco y maxitrenza

La actriz ha acudido al estreno de The Northman junto a Nicole Kidman convertida en una auténtica diosa gélida. 

Anya Taylor-Joy con maxi trenza

Anya Taylor-Joy con maxi trenza.

/ Getty images

Puede que la temporada de premios cinematográficos se haya dado por concluida con la edición de los Oscar que se celebró hace tan solo unas semanas, pero eso no quiere decir que tengamos que no vayamos a tener oportunidad de ver diferentes alfombras rojas. En breve tendrá lugar la esperada Gala del MET pero, mientras tanto, podemos seguir disfrutando de todo el glamour que nos dejan los diferentes estrenos.

Sin ir más lejos, en las últimas 24 horas la premiére de Gaslit en Nueva York nos permitía disfrutar de la maestría con la que Julia Roberts se desenvuelve en el mundo de la sastrería con tres trajes completamente diferentes, mientras que la proyección de la película The Northman en Los Ángeles se convertía en el escenario perfecto para ver a Nicole Kidman enfundada en un diseño de plumas con una sorprendente combinación de colores y a su compañera Anya Taylor-Joy convertida en una auténtica reina del hielo.

Anya Taylor-Joy con vestido blanco de Dior

Anya Taylor-Joy con vestido blanco de Dior.

/ Getty images

La actriz a la que la serie de Netflix Gambito de Dama catapultó a la fama es, junto a la mencionada Kidman, una de las protagonistas de la última película del director Robert Eggers, una historia de venganzas entre vikingos que podrá verse en los cines a partir del 22 de abril. Es por esto que su elección para posar ante el photocall montado para la ocasión quiso volver a deslumbrar en clave gélida como ya había hecho días antes durante la presentación de la cinta en Londres.

Un diseño blanco minimalista de la colección otoño-invierno 2022-2023 de Dior con escote halter que dejaba la espalda al descubierto ha sido la elección de Anya Taylor-Joy, la cual quedaba acertadamente coronada con unos pendientes a modo de pequeñas enredaderas, un brazalete de oro y, sobre todo, de una una delicada pieza de orfebrería que servía de cuello y llenaba de brillo su rostro maquillado en tonos suaves para la ocasión.

La clave de su look estaba, más allá de en la espectacular joya en la que se fundía una trama de encaje con pequeñas perlas bordadas sobre ella, en la trenza que recogía su melena. Una de lo más tradicional realizada de manera natural en la parte baja de la cabeza, dispuesta a partir de un cabello ligeramente ondulado y peinado con raya en medio que comenzaba con un pasador a juego con el vestido pero terminaba de la manera más sencilla, con una goma transparente.

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