¿Puede una Primera Dama lucir unas medias rockeras? Polémica servida para Jill Biden
Un nuevo debate estilístico se ha abierto tras la aparición de Jill Biden con unas medias negras que muchos en redes han calificado de poco apropiadas para su cargo político.
El pasado mes de enero, se convertía en Primera Dama de los Estados UnidosJill Biden se convertía en Primera Dama de los Estados Unidos tras haber sido elegido su marido, Joe Biden, como Presidente. Abandonaban la Casa Blanca de este modo los Trump tras haber vivido en ella durante los últimos cuatro años y Melania cedía el testigo a esta docente comprometida con numerosas causas sociales.
Parecía que con ella desaparecían las polémicas estilísticas que tanto persiguieron a la esposa de Donald Trump durante el mandato de este -muy sonada fue la elección de su chaqueta en la que podía leerse 'No me importa' cuando visitó la frontera de México o los sombreros que lució durante un viaje oficial a África en 2018- pero los 'haters' de Twitter han levantado una que afecta a Jill en las últimas horas.
Todo ocurrió hace unos días cuando la Primera Dama fue vista bajando del Air Force One con un vestido corto negro, una americana como chaqueta por encima y unos botines de tacón. Hasta aquí no habría nada que destacar, de no ser porque este look en negro lo acompañó de unas medias de rejilla del mismo color en los que muchos encontraron una excusa para crear una absurda polémica.
"Políticamente incorrectas", "inapropiadas para su edad" o "excesivas" son algunas de las calificaciones que se pueden leer en las redes sociales acerca del uso de Jill Biden de unos panties fantasía en una de sus últimas apariciones públicas.
Comentarios con altas dosis de machismo con lo que se critica que una mujer de 69 años pueda lucir determinadas prendas por el simple hecho de su edad o su cargo político y que no han hecho más que avivar el fuego entre quienes defienden la libertad de elección de su vestuario y quienes han llegado a insultarla por hacerlo.
Unas medias vuelven a servir de epicentro de discusión aunque por un motivo muy distinto, ya que no hay que olvidar que también sirvieron de excusa para criticar a Meghan Markle cuando no quiso lucir este accesorio en ninguna de sus apariciones públicas hasta que se casó con el Príncipe Harry como símbolo de rebeldía a pesar de lo que dictaba el protocolo. Un hábito que la duquesa de Sussex cambió tras entrar a formar parte en la familia real y del que también hablaría en la sonada entrevista con Oprah Winfrey.
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